miércoles, septiembre 07, 2005

Cortometraje venezolano en San Sebastián y Biarritz

El Zulia al otro lado del mar

Texto: Zuheilly Afanador F. (Diario Panorama)

El personaje principal es interpretado por la niña Blanca Castellanos, alumna de la Escuela de Teatro Inés Laredo, DE MARACAIBO.
Patricia Ortega, directora del cortometraje siempre ha mantenido en sus trabajos el contexto de la pérdida de valores y tradiciones. La producción contó con profesionales de distintos países. Esta tesis de grado fue enviada a Francia y España donde la aceptaron en dos festivales mundiales.

¿Quién habría pensado que un cortometraje filmado en el Mercado Las Pulgas y Las Playitas llegaría a un festival en España y en Francia? Ni siquiera la creadora del filme lo imaginó.Una historia de ficción de 11 minutos, con mensaje de documental, fue realizada por la zuliana Patricia Ortega como parte de su trabajo de grado.
El filme Al otro lado del Mar entrará en competencia la próxima semana en dos festivales internacionales.El Festival de San Sebastián, España, se llevará a cabo del 15 al 23 de septiembre. Biarritz se realizará del 26 de septiembre al 2 de octubre.Es la primera vez que una producción de ficción zuliana compite en estos festivales.La única intención de Ortega fue pasar con una excelente puntuación su carrera de dirección cinematográfica.
Los rostros del jurado no fueron comunes. Eran cineastas de todas partes del mundo. La sorpresa no fue precisamente la nota sino al escuchar: ¡Patricia tu trabajo se va a dos festivales internacionales!
Ya la calificación quedó en un segundo plano. La invitación fue evidente.De seis tesis de grado, sólo la dirigida por esta joven venezolana representará a Latinoamérica en ambos festivales.
Dura realidad
La prostitución infantil fue el tema de esta producción realizada en Maracaibo por cinco tesistas de la Escuela Internacional de San Antonio de los Baños, en Cuba.Esta institución ofreció, sin precedente alguno, la oportunidad de realizar una producción en el país de origen de los creadores.
Esta joven zuliana contó con un equipo completo de profesionales de diferentes nacionalidades y otros de la ciudad de Maracaibo.La producción general estuvo a cargo de Gustavo Sánchez (Costa Rica); Marina Weis en la dirección de fotografía (Brasil); Isabel Torres fue la sonidista (Colombia) y Mexli Suárez encarga del montaje (México).Mostrar la dura realidad de la prostitución en infantes fue una de las intenciones principales de Patricia Ortega, quien a sus 28 años ya posee un importante currículum.Sus estudios en la escuela de fotografía Julio Vengochea la llevaron a descubrir una triste realidad social.Las fotos siempre reflejaban la imagen de niñas muy pequeñas. Eran retratos cargados de misterio.A pesar de querer callar la situación, Patricia develó casos de prostitución infantil: niñas de tan sólo 10 años le hacían sexo oral a trabajadores de los mercados populares en Maracaibo.
Más allá de la repugnancia frente al caso, esta joven siempre estuvo intranquila. Sentimiento en 35 mm.En la escuela de cine logró materializar su idea con una historia de ficción.Buhoneros, vendedores, trabajadores de las carnicerías y demás comerciantes del mercado Las Pulgas y Las Playitas fueron los protagonistas.“Se trató de no tener cosas acartonadas ni artificiales, por eso quise filmar con gente del mismo contexto social”, destacó Ortega, en la foto inferior con el cabello rojo.“Yo no sabía cómo abordar ese tema porque no quería poner en riesgo la identidad de las niñas.
Fue muy difícil pero la historia me perseguía”, detalló.Su intención fue mostrar que los niños de la calle están obligados a ser adultos desde muy pequeños. “Lo importante es identificarse con ellos y con ese mundo interior”.Talento localLa producción nunca se hubiera llevado a cabo sin el trabajo de profesionales zulianos.La zuliana Mexi de Donato, encargada de la producción en Venezuela, destacó que toda la filmación fue realizada en el estado Zulia.Donato manifestó que la directora quiso tener “el grueso” de la producción con calidad nacional. Y lo logró. Recibió en enero el guión y captó la esencia de la historia.Logró reunir a más de 30 personas quienes estuvieron detrás y frente a la cámara.Informó que Fundacine, institución que coordina las filmaciones cinematográficas en la ciudad, aportó el 50% del presupuesto total.El Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (Cnac), la gobernación del estado Zulia y empresas privadas venezolanas, también apostaron por el concepto de esta historia.
Iliana Mora fue una de las aprendices zulianas que participó en la grabación.La sedujeron todos los movimientos de la dirección. “Patricia tiene unas ideas increíbles, es muy talentosa”, dijo.Contando algunos pormenores de su trabajo, reveló que las grabaciones se hacían desde las 8:00 am. hasta las 7:00 pm.Con o sin cansancio, la función continuaba. El Sol —como siempre— permaneció inclemente.Señaló que el hedor se hacía insoportable. Muchos de ellos salieron enfermos. La fatiga era doble: por cansancio y malestar.La lluvia también participó con una mala jugada retrasando en varias oportunidades los segmentos.Comentó que las niñas que participaron como figuras principales recibieron tratamiento psicológico.No sólo el aspecto técnico fue cuidado sino también la parte artística.En Maracaibo la cinta será estrenada el próximo 14 de octubre en el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez (Camlb).
El trabajo cinematográfico de los venezolanos está alcanzando un gran nivel, reconocido así por cineastas de distintas partes del mundo.La nueva ley de cine podría incrementar el balance y ubicar a Venezuela entre uno de los países latinoamericanos con mayor proyección fílmica.

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