viernes, julio 21, 2006

El joven contrabajista venezolano Edicson Ruiz con la Orquesta Sinfónica Municipal

La Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas (Osmc), que es dirigida por el maestro Rodolfo Saglimbeni, finaliza la primera parte de su temporada 2006 este domingo en el Aula Magna de la Ciudad Universitaria, a las 11:15 am y lo hace con un especial concierto dedicado a la Radio Nacional de Venezuela por sus 70 años de servicio al país y por ser una referencia indiscutible en la historia de la radiodifusión en el país.


Edicson Ruiz, luego de cumplir una exitosa gira de presentaciones por Europa, se reencuentra con un público ávido de verlo desplegar en escena su seguridad, precisión y profesionalismo. Con tan solo 21 años, este contrabajista ha desarrollado una prodigiosa carrera internacional que le ha llevado a convertirse en el primer músico latinoamericano en formar parte de la Orquesta Filarmónica de Berlín, agrupación a la cual ingresó cuando apenas tenía 17 años. Ruiz también tiene el mérito de ser el integrante más joven en toda la historia de esta prestigiosa orquesta, donde para ingresar hay que someterse a varias pruebas con los más exigentes profesionales y la fría mirada de la crítica germana.
Este distinguido contrabajista caraqueño, tendrá a su cargo el estreno nacional del Divertimento para Contrabajo y Orquestade Nino Rota, obra que forma parte del poco divulgado repertorio para este instrumento.

Fuente: El Mundo

Joven maestro del contrabajo
La rutina berlinesa de Ruiz consiste en ensayar diariamente con la agrupación, "hay que combinar trabajo, compromisos, retos, objetivos y disciplina con descanso. Combino mis ensayos con la parte de mis estudios a mediodía, un poco de descanso en los parques, llamo a Venezuela, a los amigos, escucho a mi novia. Cuando estoy libre, suelo dormir, descansar, oír música, ver los atardeceres, porque yo estoy solo allá".
No escucha música relacionada con el contrabajo, sino "más bien romántica; Alfredo Sadel, Ricky Martin, las canciones lentas de Rosario", y entona algo de ella.
También tiene tiempo para hacer música de cámara, barroca y contemporánea. El contrabajo, pese a que es un instrumento moderno, se adapta al bajo continuo de hace tres siglos, "en aquel tiempo era el violone, de siete cuerdas, que sonaba una octava más arriba, era más agudo, como si un violonchelo lo acompañara".
Estudia alemán tres veces por semana, y estudia su instrumento con el profesor Janne Saksale, especialmente sonido, proyección, vibrato, calidad. Dentro de la orquesta "uno toca como solista, porque allá se toca con mucha dicción en la cuerda y bien pronunciado. No es como aquí, que es una masa. Allá son noventa músicos y tienen que sonar como doscientos. Eso es parte de la técnica, es lo que estoy trabajando, la técnica de la interpretación con buen gusto".
También le interesa desarrollar carrera solista o hacer música de cámara. Nada sobre composición, "eso no es lo mío. Enseñar tal vez, pero me falta mucho. Ahora vine a estudiar con mi profesor en Venezuela, Félix Petit, le dije "por favor, escúchame, tú eres un pedagogo como ninguno, enséñame, corrígeme la posición del brazo, si estoy apretando mucho".
El único latinoamericano en las filas de la orquesta alemana dice que sus compañeros lo ven como un miembro más. "Yo entré aquí en la Bolívar a los catorce años, fui el primer niñito cuando todos los demás eran viejos, y eso fue una guerra, tanta que el doctor Abreu se echó la orquesta encima. Esa guerra no me la dieron a mí en Berlín, para ellos soy otro miembro. Los más viejos me dicen "maestro", y yo les digo: "Entonces, tú eres un gran maestro".

Fuente: El Universal

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