viernes, agosto 18, 2006

La máxima expresión de la voz guayanesa

La Coral Canticum Merú bajo la dirección de Irma “Conchita” Iorio, este grupo de mujeres emprendedoras ha dejado en alto el nombre de Venezuela. Guayana es una tierra llena de riquezas, posibilidades y talento. Talento que es innato en cada uno de sus habitantes, pero que cuando se une para conformar una magnífica agrupación, se hace inolvidable. Este es el caso de varias mujeres, profesionales, artistas, amas de casa, que pertenecen a la Coral Canticum Merú, la cual, en cada una de sus presentaciones deja al público con la agradable sensación de haber escuchado voces que han sido reconocidas internacionalmente.

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El inicio de esta agrupación fue en 1989, cuando eran la coral de Interalúmina. Luego, esta empresa básica de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) pasaría a ser Bauxilum, por lo que en 1995, bajo la dirección de Irma “Conchita” Iorio, se convierten en la coral femenina de esta nueva compañía. Además, fueron el primer coro de mujeres en toda Ciudad Guayana. Cabe destacar que esta admirable directora también ha sido reconocida por llevar la batuta de la Coral Universitaria de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG).
Docenas de interpretaciones dieron paso a lo que sería el primer reconocimiento local de esta agrupación, que dedica su vida a “homenajear” la música popular y folklórica de Venezuela y Latinoamérica, recordando a la población la importancia de tener siempre en cuenta nuestras raíces, sin importar lo acelerado del proceso de desarrollo que vive la región.
Para 1999, la coral cambió de nombre, y partiendo de las bellezas naturales de la tierra guayanesa, eligieron Canticum Merú, lo cual significa “Cantos de los Saltos”. Desde ese entonces, pocos se habrían imaginado que la agrupación llamaría la atención de grandes artistas venezolanos, siendo llamadas a interpretar piezas con la Orquesta Sinfónica Juvenil de Ciudad Guayana, Serenata Guayanesa, Franco De Vita, Ensamble Gurrufío, María Rivas, Ilan Chester, Simón Díaz, Frank Quintero y otros.
Trayectoria inigualable Los premios y reconocimientos de las mujeres de Canticum Merú dan fe de la importancia que tiene la coral para promover el talento regional. Uno de sus primeros galardones fue otorgado por la Dirección de Cultura del estado Bolívar, en 1998, el Premio a las Artes, Mención Especial. Luego, comenzaron a ganar terreno a nivel nacional, con diversas presentaciones, hasta que en 1999, dieron sus primeras presentaciones en el exterior.
En España estuvieron en el XX Festival internacional del Canto Coral Catalunya Centre y en la XVIII Semana Coral Internacional de Alava, además, realizaron conciertos en las ciudades Lachen, Speyerdorf y Saarbruken en Alemania. Esto significó mayor experiencia para estas damas, y para su directora, por lo que ganaron un concurso nacional para representar a Venezuela en el Festival de Coros América Cantar III, en abril del 2002.
Luego vendría el XXIV Festival Maranhense de Coros, realizado en Brasil, pero uno de sus mayores logros fue en el 2001, al ser seleccionadas para asistir al 18º Takarazuka International Chambers Chorus Contest, realizado en Takarazuka, Japón, donde ganaron la medalla de oro como mejor coral en el renglón femenino, y el segundo lugar en la clasificación general.
Ya entonces no había duda. Canticum Merú se convirtió en un orgullo, no sólo para los guayaneses, sino para todos los venezolanos. De allí en adelante, continuó su participación en diversas actividades nacionales e internacionales, y hasta ahora ha tenido directores invitados acompañando a Iorio como Inocente Carreño y Alberto Grau. Así mismo, la agrupación se convirtió en anfitriona y organizadora del Encuentro Nacional de Coros de Voces Iguales, y hasta ahora han llevado el nombre del país a otras naciones como España, Alemania, Brasil, Estados Unidos, Japón y México.
Finalmente, la agrupación ha grabado un disco compacto, con el nombre de “Canticum Merú en vivo”, una recopilación de piezas interpretadas en varios conciertos, como “Venezuela”, “Alfonsina y el Mar” y “Los Dos Gavilanes”.
Apoyando la cultura
La vida activa de Canticum Merú no se basa únicamente en presentaciones y conciertos. En 1999, la agrupación constituyó una asociación civil sin fines de lucro, que tiene como objetivo apoyar las actividades del coro, difundir la enseñanza teórica y práctica de la música coral, realizar conciertos, talleres educativos, charlas y foros para ayudar a difundir la música en toda la región.

Fuente: Diario Correo del Caroní

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