viernes, diciembre 14, 2007

María Luisa Ríos Lares, mil sabores

Nacida en Caracas hace 48 años, su energía transeúnte la llevó desde pequeña a asilarse en Maracay, con el estímulo de secundar a su padre en sus funciones de ingeniero agrónomo y profesor en la Escuela Veterinaria de la Universidad Central de Venezuela. “Crecí en una especie de granja llamada La Vaquera. Jugaba a ordeñar, a agarrar chicharras secas y recoger los huevos del gallinero para hacer suspiros de colores. Cuando nos visitaban los primos de Caracas, mi madre preparaba almuerzos espectaculares y terminábamos comiéndonos la patilla con las manos en el patio de la casa”, recuerda.






FOTOGRAFÍA David torres


En su mesa nunca falta la sustancia vivificadora de una sopa de rabo bien hecha, los risotti, el pavo relleno y los fogosos caldos marinos consumidos en los portentos de una sopa de mariscos. No en vano María Luisa Ríos es la mentora y catequista del portal Milsabores.net, ventana desde la cual ha decretado el fanatismo por la sazón que rige los cánones de la gastronomía contemporánea.


Esas andanzas infantiles, compartidas junto a dos hermanas, cambiaron de escenario. Esta vez la meta era que su padre realizara un postgrado en la Universidad de Florida, en Estados Unidos, por lo que la pequeña María Luisa, a los 10 años, tuvo que forcejear “a juro” con el inglés para descifrar las recetas que merecían su atención. “En el invierno me encantaba recoger moras y nueces. Allá aprendí a hacer mis primeras galletas, manzanas caramelizadas y tortas de caja”, cuenta con simpática lucidez.

De regreso a Caracas, entre “tortas de chocolate con leche condensada, pies de limón y chuletas ahumadas bañadas en coca cola”, definió preliminares vocaciones. Primero creyó en los Idiomas Modernos, falsa inclinación que en el séptimo semestre fue aliviada por una carrera de comunicadora social ganada en 1986, en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas. “El Periodismo es un juego no solamente de la palabra y la escritura, sino de vivencias”, define convencida. Desde ese poder afrontó compromisos en las revistas Casa Club, Número y Publicidad & Mercadeo, además del periódico The Daily Journal.

Una cena fortuita patrocinó el amor con el administrador Vicente Marturet Herrera, su esposo desde hace 18 años. Junto a él formó una familia alimentada por tres savias aún adolescentes: María Antonia, Ana Valentina y Vicente Eduardo, “quienes comparten el gusto por la buena comida”, aptitud auspiciada por la vena francesa de Cecilia Marturet, la abuela materna.Luego de haber sido desahuciada por terceros como ya caduca para el mercado laboral, dado sus 14 años de ausencia en este sector, y gracias a sus consecuentes lecturas del blog del archiconocido chef Sumito Estévez, decidió armar su propia bitácora personal pues “pensé que yo también podía tener mi propio espacio”, replica al remontarse a la aventura de encarar la precoz dinámica de Internet.


Así nació hace dos años Milsabores.blogspot.net y luego Milsabores.net, una rutilante minuta de comentarios, entrevistas, temas, aportes, visiones y certezas cibernéticas ligadas a la gastronomía universal que actualmente recibe con los brazos abiertos entre 1.500 y 2.000 visitas totales diarias, además de recoger en su prontuario no sólo la gloria de haber sido elogiada por el propio Sumito Estévez, sino también “mi primera entrevista con Andoni Luis Aduriz, chef del Mugaritz que posee dos estrellas Michelín en España; luego Juan Mari Arzak, padre de la gastronomía española como la conocemos actualmente, y su hija Elena Arzak; asistir en octubre de 2006, en Nueva York, al encuentro Spain’s 10: Cocina de Vanguardia, donde se dieron cita los mejores cocineros de la Madre Patria. En esa ciudad también tuve la inmensa dicha de conocer en una callecita a Anthony Bourdain y luego, en el aeropuerto, de encontrarme y conversar con Armando Scannone”, contabiliza satisfecha.


Tal ráfaga de tinos ha sido trasladada a su más reciente dinastía profesional: la primera edición de Mil Sabores en Papel, una revista dedica a sondear, anecdótica y concienzudamente, las trasformaciones, impresiones y noticias que tienen lugar en el cerco de la gastronomía. De periodicidad trimestral y conservadores mil ejemplares en su fase inicial, Ríos define la voluntad general del concepto que ha abanicado: “dar a conocer en el extranjero lo que está sucediendo con la gastronomía y los chefs venezolanos a través de un lenguaje sencillo narrado en primera persona y desde el testimonio de quienes intervienen en la buena mesa como el cocinero, el proveedor de ingredientes, el mesonero y el comensal. Haciendo del sabor el personaje principal”, para lo cual ya ha convocado el aderezado verbo de eminentes nombres ligados a este quehacer.



Mientras tanto, sigue pegada a todos los santos para continuar expandiendo su propuesta a través micros de radio y televisión, a la par que degusta los sabores de su vida: su esposo, sus hijos y todos los chefs y aliados quienes han creído en una de sus misiones: contribuir a escribir la historia de la cultura gastronómica.







Milsabores.net

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