jueves, enero 31, 2008

Franco Nasi: Un músico apasionado y aventureramente venezolano

En medio de un ambiente donde se incluyen las guitarras, las tonadas y algo de locura artística combinado con un espíritu indómito se encuentra el músico y compositor Franco Silvio Nasi Crespi, mejor conocido como el maestro Franco Nasi, en un improvisado estudio en lo más profundo de su hogar, lugar donde se oculta el brote del calor de la fatiga en sus ojos mientras se funde una mezcla de pasión, talento y amabilidad.
Nació en Ghemme, un pueblo muy pequeño de Italia, a 50 Km. de Milán, pero eso no le quita su corazón aventureramente venezolano, pues desde los dos años y medio su difunto padre, el textilero Pedro Nasi, y su madre, Erminia Crespi, lo trajeron a estas tierras pródigas en vista de un contrato que tenía su padre referente a su profesión.



Carolina Prince



Visiblemente conmovido durante la entrevista, como quien tañe la historia sonora de una letra prácticamente indescifrable, relataba incansablemente, al ritmo que acostumbra para su faena diaria, y siempre presto y colaborador ante cualquier situación inquietante, sin perder la característica de todo buen profesor, se toma con paciencia un alto para mostrar con su mirada fija y convincente, casi con ternura, la enseñanza que se plantee.
Con 54 años, este valuarte se ha bastado con sus dotes pues, según él, nunca tuvo estudios musicales.
Influenciado por la época de luz conocida como el hippismo, actitud de vida en medio de un movimiento de flores, colorido que cantaba a la vida y al amor, siempre en contra de la guerra, la violencia y la muerte, se dejó seducir por la guitarra. "Siempre canté en grupos y estuve todo el tiempo involucrado con la música. No tocaba ningún instrumento, pero a los 18 años me llamó poderosamente la atención la guitarra y me sumergí profundamente sin estudiarla, a pura guataca".
Nasi, nómada confeso, quizás deba a ello sus abundantes conocimientos adquiridos en el constante ir, venir, ver, experimentar, sentir... Aun hoy considera que nunca ha fijado sus raíces en ningún lugar, sólo para estudiar la primaria cuyos estudios hizo en Caracas, Chivacoa y San Cristóbal.
Luego, siempre condicionado a la labor paterna, su familia se trasladó a la patria de Mandela, Sur Africa, donde culminó el bachillerato y aún conserva los más bellos recuerdos de una sucesión de paisajes con cadenas montañosas, amplias praderas, inigualables espacios semidesérticos, verdes colinas y exuberantes valles que suelen servir de testimonio de una riqueza natural y cultural enigmáticamente fantasiosa, cargada de magia, olores y sabores difícilmente comparables.
Regresó a su país natal, quedando intermitentemente atrapado entre el lugar que lo vio nacer y su hogar, Venezuela, para que, finalmente, por destino o por azar, asistiera instintivamente, persiguiendo su pasión, "a Estados Unidos para culminar mis estudios de música".
En cuanto a la influencia musical, confesó que estuvo influenciado por su familia materna, pues su madre era cantante y sus tíos y tías tenían mucha inclinación a la música, "algunos cantaban, otros tocaban instrumentos; por parte de papá, todos eran matemáticos".
A su regreso, prefiere probar, en la capital venezolana, el aroma libre como cantante de un grupo que llevaba por nombre Sagitario, en pleno boom de los 80s junto a Luis Enrique Alvarado, quien fuera luego guitarrista de Guillermo Dávila, Ilan Chester y de "Martes de 8:30", una banda de jazz.
Pero su travesía no culmina allí. El maestro se va a Berklee College Music, bajo la influencia de su amigo Luis Enrique, "me dijo: Chamo, tu tienes mucho talento". Pero no tenía recursos ni acceso, para la época, a la beca "Gran Mariscal de Ayacucho" por lo que se dedicó a trabajar hasta de recepcionista del Hotel Intercontinental Valencia, para perseguir su sueño, mediante el ahorro.
Finalmente, cuando logró su meta, "tuve que hacer el programa de siete meses de evaluación para poder ingresar al primer semestre regular". El inglés no fue problema, por su estadía prolongada en Sur Africa donde lo estudió en sus 4 años de bachillerato. Pero aún el vacío llenaba su alma porque no hacia lo que quería, así que decidió irse a Los Angeles, a una escuela llamada The My Music Institute, en pleno Hollywood, donde finalmente se graduó.
Pero la tragedia cubrió su vida al enterarse de la terrible enfermedad que dio fin a la existencia de su padre y lo hace regresar al nido para ocuparse de la carga familiar que había dejado la partida del sostén de la familia.
Trabajó con innumerables grupos de música bailable, de gaitas, de jazz y hasta mariachis; desde entonces no se ha permitido abandonar la música, "fui muy ecléctico".
Fundó una agrupación llamada "Sólo 4" y reinició sus estudios diez años más tarde en "The My Muisic Institute", donde se graduó ahora como guitarrista profesional y, hasta hoy en día, se dedicó a ofrecer sus conocimientos a los mejores talentos venezolanos.
"Quien enseña, aprende dos veces. Y es verdad, tienes que aprender tú dos veces para después enseñarle bien a tu alumno", dijo este hombre con la convicción y certeza que le dan casi 30 años impartiendo la música con el amor que enciende sus venas.
Actualmente posee un trío de Jazz, fussion y bop con rock and roll mezclado, que lleva por nombre, "Franco Nasi Bop & Roll", que definió como un jazz mezclado, más rápido, con electro-acústica y un poco de condimentos pop "porque yo vengo de allí, toda esa mezcla de situaciones hizo que yo explorara esos campos y, de hecho, me han dejado mucho cada uno de ellos; más bien viví de ellos para formar lo mío"
No tiene hijos con quienes compartir su amor por la música pero tiene una compañera desde hace diez años". Ella no rivaliza con su guitarra. Sabe cuándo dejarlos juntos y cuándo compartir los tres. "Es, muchas veces, mi inspiración, es impresionantemente dulce y me comprende muy bien. Comprende mi locura. Como diría Ilan Chester: Es una en un millón"



Fuente: Noti Tarde

jueves, enero 24, 2008

Ferias del Queso de Mano de Belén

Desde hace ya más de 40 años, la parroquia Belén en el municipio Carlos Arvelo, es conocida por su deliciosa y tradicional elaboración de diferentes tipos de quesos, en la que participan desde el principio grupos familiares arraigados en esa hermosa y apacible zona de Carabobo.
Se dice que el pionero en la realización del queso de mano fue José Garóffalo Sandoval, quien de alguna manera dio origen a las queseras en Belén al enseñar su arte a Don Alejandro Ascanio, formando éste una de las fábricas más antiguas mantenidas hasta hoy por su familia.
Pero según la historia que guarda esa población, hacia el año 1847, un grupo de campesinos que habitaba en el valle antes de ser fundado como Belén, conocía el queso como "leche cuajá". Bajo este término, se dice entonces, que los primeros en hacerlo fueron ellos.



Por: Maidel Alejandra Vera M. (Noti Tarde)



Una tradición que se debe rescatar
Al pasar de los años, este producto se convirtió en factor importante y característico de este pueblo, el cual se instaló además dentro de muchas familias como material de trabajo para conseguir el sustento diario.
De aquella influencia que llegó a tener el queso de mano sobre la vida de los belenenses, surgió una significativa iniciativa por parte del señor Angel Emilio Mauro, para que ese trabajo que se había convertido en tradición, no se quedara solamente con la gente del pueblo, sino buscar ir más allá y dar a conocer su delicia artesanal a otras localidades.
Fue así como Mauro decidió ponerle nombre a esa actividad, las "Ferias del Queso de Mano de Belén". Desde ese momento, cada mes de marzo, las ferias se convertían en el lugar perfecto para que visitantes de otros estados, incluso de otros países, conocieran las bondades de esta tierra y la gracia de su gente, teniendo como principal característica, la participación de familias completas, desde la elaboración de los diferentes tipos de queso, hasta la colocación de los puntos de exposición, ventas, música y toros coleados propios de la zona.




LAS QUESERAS
De aquella tradición, que dejó de realizarse hace algunos años, luego del fallecimiento del señor Mauro, sólo quedan los nombres y la unión familiar que durante varios años participaron en su creación. Cada uno sigue fabricando en casa y comercializando de alguna forma sus quesos, pero sin lograr reunirse nuevamente bajo el concepto de las ferias.
Algunas de las queseras que aún se mantienen son las de los Ascanio, Mauro, Zavala, Reina, Cedeño, Montezzano, entre otros. Siendo aproximadamente doce fábricas de queso de mano constituidas propiamente en Belén.
En el caso de La Nueva Quesera, su dueño José Argenis Montezzano, comenta que participó en los años 1989 y 1990, recordando que para ese momento las Ferias se destacaron por ser bastante productivas.
"La Plaza Bolívar era el punto de encuentro para los artesanos y queseros del sector, mientras que la manga de coleo, se convertía en el complemento ideal para animar las exposiciones. Cada fabricante exhibía sus productos, asimismo, la artesanía ocupaba un lugar importante en esos espacios donde todo era fiesta".
Montezzano cuenta, que los quesos que generalmente se presentaban eran el telita, los pasapalos para fiestas, quesos rellenos con jamón, aceitunas y el famoso enrollado de queso que para diciembre es el más buscado. Asimismo, personas de diferentes estados del país asistían a estas Ferias, pero lo más importante, era el beneficio que conseguía este pequeño pueblo.
"Con lo recaudado en las Ferias del Queso de Mano, se lograban rescatar algunas zonas olvidadas por las autoridades, como canchas deportivas, calles y parques", resalta.

SIN PERMISO Y A LA ESPERA
Ahora, según algunos queseros, el factor que más dificulta la continuación de estas ferias belenenses, es conseguir el permiso para poder continuar con esta tradición. Para ello, tienen que esperar la aprobación de la Alcaldía del municipio Carlos Arvelo y de la Gobernación de Carabobo, que para ellos, se hace bastante dificultosa.
Muchos de estos queseros esperan poder retomar la celebración de estas ferias, las cuales además de mostrar lo delicioso y tradicional de su gente, dan a conocer un rincón especial para los turistas, "El balcón de Carabobo".


Fuente: Noti Tarde





miércoles, enero 16, 2008

El flautista Venezolano Huáscar Barradas firmó contrato con sello disquero internacional

Producto de negociaciones entre Union Music Group y Bridge Entertainment Group, ahora la música del flautista venezolano Huáscar Barradas será distribuida en los Estados Unidos por WEA, compañía líder en la venta de música digital en el mundo. “Estoy feliz porque nuestra música venezolana será escuchada y distribuida en todos los Estados Unidos, el mercado musical mas importante del mundo” dijo Barradas emocionado.







El contrato se firmó concluida la exitosa gira de Barradas por los Estados Unidos, donde se presentó en la Sala Arturo Sandoval de Miami, el Kennedy Center de Washington y en la National Flute Association Convention en New Mexico, entre otros.


“Es impresionante el gusto que tiene el público norteamericano por nuestra música, les encanta la fusión de ritmos, el virtuosismo y lo atrevido de nuestra propuesta” comentaba Barradas. Acompañaron al flautista zuliano un fabuloso grupo de músicos que incluye a el bajista Elvis Martínez, el cuatrista Jorge Polanco, el pianista Cesar Orozco, el percusionista Simón Bolívar y el baterista Euro Zambrano, todos miembros de su banda Maracaibo.


El flautista marabino dictó además un taller de interpretación de música venezolana en New Mexico, como parte de las actividades de NFA. Para el próximo año se concretaron invitaciones para presentarse y dictar clases magistrales, en las reconocidas universidades de Miami, Colorado, New Mexico, Berkeley y Montana entre otras.


“Necesitamos del apoyo de toda Venezuela para que nuestra música ocupe un lugar importante en el corazón del pueblo norteamericano y en el mundo entero, seguiremos trabajando hasta lograrlo.” dijo positivo Barradas. El lanzamiento de su doble CD/DVD My Favorite Things está previsto para finales de Octubre.


Fuente Sin Flahs

miércoles, enero 09, 2008

Charlie Godell, viento precursor

Sentimientos a borbotones aclaran la garganta de su saxo. Desde la boca de sus acordes, Charlie Godell esculpe las notas de un género sublime, embriagante y tan armónico como las curvas metálicas que a través de su soplo honran al Smoth Jazz, estilo poco indagado pero bien disfrutado por sus solícitos seguidores.



POR Pamela Velasco

La irremediable dimensión artística de Godell comenzó en medio de los vaivenes adolescentes, “justo antes de mi cumpleaños número 14, mi padre me preguntó qué quería que me regalara y le dije que deseaba aprender a tocar el saxofón”, así recuerda la primera bocanada que más tarde compondría la exitosa partitura de su carrera musical.
Instruido en la ciudad de Wisconsin, Estados Unidos, bajo la tutela del profesor Paul Harper, regresó a Venezuela para culminar su preparación en el conservatorio de Música Juan José Landaeta de la mano de José Gay, Ramón Carranza y Javier Anguera, también realizó estudios vinculados a su definitiva pasión en la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela. El bagaje recolectado lo entrenó para protagonizar eventos ligados al género nacido en los bajos fondos de Nueva Orleans, como festivales de jazz en Caracas, en la Orquesta de Jazz de Venezuela, además de fundar la Escuela Colombiana de Jazz junto a Mario Baracaldo.
Una vez abonado el terreno, Godell decidió lanzarse al ruedo como solista con su primera producción discográfica titulada “El viento a mi favor”, una recopilación apadrinada por la reconocida cantante Mirna Ríos y el maestro Andy Durán. Esta propuesta busca “trasmitir paz y tranquilidad porque, al fin y al cabo, la música es el hilo conductor más cercano al alma”, asegura Godell.
El estilo que lidera está cargado de notas suaves fusionadas con funk, baladas, R&B y pop, que dan vida a “Body and Soul”, “Atardecer”, “Elianas” y “Cool”, algunos de los temas de su autoría en los que ponen su grano de arena estampas criollas del talante de Eddy Pérez, El Goyo Reyna y Leandro García, entre una extensa lista.
“La oportunidad de poder escuchar un género poco incursionado en nuestro país, y quizás nuevas sonoridades y formas de tocar el saxo”, es lo que Charlie considera su principal aporte al cosmos armónico venezolano. Ése es el legado que pretende cincelar en cada melodía, en cada aplauso recibido y en cada éxito alcanzado.






Fuente: CG Cosmos Guayana

jueves, enero 03, 2008

Ferias de la Papa, símbolos de la cosecha

Como símbolo para celebrar el éxito de la cosecha, luego de su culminación en abril, se celebran las Ferias de la Papa, en la población de Chirgua, municipio Bejuma, considerado el principal productor del rubro en Carabobo.
Todos los meses de abril son fiestas para Chirgua, época del año que es esperada tanto por los chirgüeños como también por pobladores foráneos del occidente de Carabobo. Estas celebraciones se han hecho tan famosas que mucha gente de la capital carabobeña, de otros rincones de la entidad y del país, viajan hacia la zona a disfrutar de sus bondades.



Por: Marlene Piña Acosta

Estas ferias son engalanadas por la majestuosidad que bordea el valle de Chirgua, el aire puro de sus montañas, el clima fresco y la calidad de su gente, que brinda hospitalidad y alegría.
No hay una fecha precisa para la inauguración de las ferias, pero tradicionalmente se inician en la segunda semana de abril con un programa que con el transcurrir del tiempo ha variado, por lo que en los últimos años se realizan durante tres días consecutivos.
Iniciadas en 1958, se mantuvieron hasta 1960, luego hubo un largo letargo en las fiestas formales como tal, mas no en el espíritu chirgüeño, quienes las rescataron para el año de 1996, cuando un grupo de productores y habitantes se conformaron en comité organizador dirigido por Melchor Paz y Aldemaro Ortega, en compañía de Oscar García, Blas Brito, Milagro de Quintero en los cargos de tesorero, vicepresidente y coordinador general, respectivamente.
Las ferias tienen su origen en la inquietud y compromiso del Instituto Agrario Nacional, ente encargado de la organización de las festividades para aquella época. Para llevarlas a cabo se vendían bonos a los productores, a través de los cuales se conseguían los recursos para cubrir los gastos.
Hoy en día las Ferias de la Papa son asumidas por la Alcaldía de Bejuma, que las celebra con distintos actos, pero no en la Colonia Bolívar, capital de Chirgua, sino en el Complejo Ferial "Sandra César", ubicado en la misma localidad, dada la afluencia de visitantes que obligan a un espacio mayor.
El rescate de las Ferias de la Papa nace el 19 de marzo de 1996, Día de San José de Canoabo, cuando un grupo de chirgüeños que se encontraban de visita en esa población coinciden en la manga de coleo "Luis Rafael Hernández", y deciden recuperar estas festividades. En días posteriores se constituye la Asociación Civil "Amigos de las Ferias de la Papa" (Fundapapa), a través de la cual se logró conseguir el recurso económico para llevarla a cabo a partir de ese año, con la colaboración de Empresas Polar.
En la recuperación de las ferias se trabajó para reconquistar las tradiciones del pasado y conjugarlas con el tiempo presente, por lo que en 1996 se hizo una galería de fotos de las exreinas de las Ferias de la Papa. Las tres primeras reinas fueron María Gil de Zerpa (1958), Gladys Vargas (1959) y Carmen Moreno (1960). Sin embargo, en la memoria de los chirgüeños también está el recuerdo de otras bellas mujeres que participaron como candidatas en el primer certamen de 1958, como María Pinto de Ortega, Isila Martín, Eloína Silva y Teresa Quintero. Se hizo todo el esfuerzo para exhibir el rubro a través de un festival gastronómico con la participación de las colonias extranjeras radicadas en Chirgua, como la vasca, chilena, cubana, canaria, japonesa y china.
Estas ferias se caracterizan por el desfile de tractores y otros implementos agrícolas, los cuales son decorados y se les colocan las banderas de los países que hacen vida en Chirgua. También se exhibe la feria artesanal, pues el comité organizador de ese entonces logró que los artesanos de la zona mostraran su trabajo. Las celebraciones se combinan con la parte musical y las tardes de toros coleados y los visitantes pueden disfrutar de dos fines de semanas de ferias.
Desde el año 2004 las ferias son organizadas por la Alcaldía de Bejuma, debido a que el Comité Organizador conformado en 1996 entró en baches económicos y no pudo seguirlas financiando. Para que las fiestas no volvieran a perderse en el tiempo, fueron asumidas por la autoridad local, y se siguen realizando en la segunda semana de abril en el Complejo Ferial "Sandra César", durante tres días consecutivos.



Fuente: Noti Tarde