lunes, abril 28, 2008

Doble Galardón para "Cyrano" en Málaga

La obra del cineasta Alberto Arvelo protagonizada por Edgar Ramírez, obtuvo el premio de la audiencia en el Festival de cine realizado en España. Adicionalmente en la sección Territorio Latinoamericano, el artista venezolano se llevó el galardón en el renglón Mejor Actor.






El laberinto de escaleras y callejones de un barrio caraqueño es el escenario donde cobra vida la historia de Cyrano Fernández, largometraje del cineasta venezolano Alberto Arvelo, que ofrece un particular punto de vista sobre una realidad hasta ahora sólo desnudada en su crudeza.
Esta inspiradora versión del clásico Cyrano de Bergerac, del poeta y dramaturgo francés Edmond Rostand, cuenta con un elenco de primera línea que encabeza el talentoso actor venezolano Edgar Ramírez en el rol de “Cyrano”.
La cinta que tenido gran éxito de taquilla en nuestro país -y que aún continúa en cartelera (con un total de 200.000 mil espectadores)-, comienza a cosechar éxitos fuera de nuestra frontera, con la exitosa participación en la undécima edición Festival de Málaga, celebrado recientemente en España.



“Para mi este reconocimiento es muy importante y fue algo inesperado. El Festival de Málaga es una referencia dentro del cine hispano y junto al Festival de San Sebastián, son los más importantes de España. Adicionalmente, (al premio del Mejor Actor) obtuvimos el Premio del Público y fue una película muy popular dentro de la sección donde participó. En el Festival hay tres secciones, la del cine español, la del cine latinoamericano -que fue donde nos presentamos- y la sección de cine alternativo. Dentro de Territorio Latinoamericano, la nuestra llegó a tener las proyecciones más concurridas del Festival, inclusive tomando en cuenta al resto de las secciones y el hecho de que me hayan otorgado este premio fue algo inesperado”, señala el actor en relación a la doble premiación de Cyrano Fernández .

—¿Qué significa en tu ascendente carrera el galardón?

—Dentro de España este Festival recibe mucha atención y de hecho tuve que posponer mi retorno por reuniones imprevistas acerca de nuevos proyectos. El ganador a Mejor Actor en la sección española fue Javier Cámara, por la película Fuera de carta, que actualmente está en primer lugar de taquilla en España y se estrenó justamente después del Festival. Es muy estratégico estrenar las películas después del Festival y como obtuvimos dos premiaciones, la gente está pendiente y es un impulso muy importante para cualquier cinta que destaque.
—¿Qué nuevos proyectos tienes?

—Hay propuestas en Estados Unidos, en Venezuela, en España, en Francia y en Argentina y estamos evaluando cuál es el proyecto que finalmente concretaremos. Por ahora continuaremos con la promoción de Cyrano Fernández y de Vantage Point hasta el mes de mayo.
—¿Cómo te enteraste que habías ganado el premio?

—Fue muy divertido, porque ustedes se enteraron primero que yo. Me estaba bañando para ir a la ceremonia de entrega de premios y me llega un mail de Venezuela felicitándome y un link de un periódico de México. Cuando leo, veo que la agencia de noticias EFE tenía ya el veredicto y ya había emitido la información. Toda la prensa presente en el festival preguntaba sobre el cine que se está haciendo en Venezuela. Nos estamos convirtiendo en una potencia de producción de cine en Latinoamérica.
Finalmente, el director de la película, Alberto Arvelo, manifestó que han recibido invitaciones para presentar la película en Festivales de Cine en Italia, Israel y Corea y que adelantan la exhibición en salas comerciales de España, dada la receptividad del filme en Málaga.


jotaerremedios@gmail.com


Fuente: Analitica

sábado, abril 26, 2008

Mireya Chirinos, la voz inmensa de Venezuela

Hablar de Mireya Teresa Chirinos de Castillo es sencillamente mencionar la belleza de una canción hecha mujer, es concebir la sensibilidad y la traducción de diferentes sentimientos que ella sabe interpretar perfectamente, viviendo la frescura del amor y el dolor de la decepción al mismo tiempo.
Como ella misma dice, nació cantando. Esta voz pródiga inicia su vida artística en la perla de Falcón, Puerto Cumarebo, su lugar de nacimiento, junto a su primer acompañante, el cantautor Minche Blanco.



Foto: Jacinto Oliveros



Llega a Valencia en 1963, por lo que ya se le considera patrimonio del estado Carabobo, gracias a que ha dedicado su vida a cantarle a estas tierras, por lo que su adopción fue casi instantánea.
Sus primeros estudios los inició en la escuela Sebastián Echeverría Lozano, en la especialidad de solfeo y canto con los profesores Cristóbal Gornes y la profesora Antonia Bookn; sin embargo, termina su especialidad con la docente Panaro, famosa en el medio artístico.
Es becada en Caracas y sigue estudios de vocalización y canto con la profesora Hollander, la misma de todas las grandes del canto.
Como vocalista ha sido integrante del orfeón de la Universidad de Carabobo, del quinteto "Los Bemoles", "Voz y música", y la Orquesta Sinfónica del estado Carabobo.
Actualmente tiene un grupo llamado "Clavijas" el cual dirige junto a su esposo y fiel acompañante, el bandolinista, músico, y eterno enamorado de esta cantante, Víctor Castillo.

Cantata tropical

Escrita por el maestro Lazo Martí, Cantata tropical marcó la vida de Mireya, quien con apenas 15 años fue nombrada solista al tiempo que sorprendió por la perfecta interpretación en una época en la que aún carecía de estudios.

Por pensar en ti
"Por pensar en ti" es el nuevo disco de la soprano que fácilmente describe el frío dolor de la soledad, en este caso de un padre que nunca pudo perdonar a su hija el haberse enamorado de quien para él no era el hombre adecuado.
Pero cuánto acíbar no se siente al perder a quien amamos si se ha convertido en el palpitar mismo de la vida! La ausencia de un amor que aunque existe no se puede obtener, es como el "duro cierzo invernal". Y es que esta sensible dama sabe cantarle a los sentimientos con el corazón, quizás porque se ha dedicado a vivir con pasión.

Nelson Mandela quería su voz
En una antología de sentimientos Mireya, con su flamante sonrisa, nos cuenta que entre las personalidades a quien ha dedicado su canto y ha compartido tarima, figuran Lucho Gatica, Simón Díaz, Don Julio Centeno, María Teresa Chacín, Italo Pizzolante, Mario Suárez, Eddie Castro y Chelique Saravia.
Hasta el ex mandatario sudafricano Nelson Mandela, en su visita a nuestro país en el año 91, quedó prendado con el talento de la artista, por lo que le solicitó que fuera su cantante en su país. Pero por avatares del destino no se llegó a cristalizar esa solicitud.

Sus hijos rockeros
La voz inmensa de Venezuela, como todo ser humano, posee una familia que la llena de felicidad, sus tres hijos Víctor Manuel, Eduardo José y Víctor Eduardo han sido su orgullo y mejor legado; dos de ellos han decidido dedicarse a la música, mas algo distante del estilo romántico de su madre, "son rockeros", agregó. "Pero vamos a hacer un trabajo donde vamos a fusionar una versión de mis canciones con el estilo de ellos", aseguró regocijada, agradeciéndole a la vida por tanta felicidad.

Una Abuela sin cara de serlo
Como era de esperarse, la vida evoluciona y con ella pasan los años, éstos traen la experiencia, la madurez según sea el caso, y el cabello se encanece. Pero en el caso de Mireya, pareciera detenerse el reloj para rendir un homenaje a la belleza de esta persona que canta con su misma voz de siempre: como los ángeles mismos; a su vez, la vida le ha dado tres nietos: Yohan, Ada Victoria y Manuel Eduardo, a los que menciona con grata satisfacción y alejada totalmente de la típica faceta de abuelita. Y es que para nadie es un secreto que es un vendaval de emociones y energía que destella cual relámpago al comenzar a cantar.
Como dice la canción, esta doncella que se pierde en el romanticismo, sencillamente posee un corazón "dulce como la miel" y "limpio como el cristal", con una voz que invita a los enamorados a viajar embarcados en la nave que profesa sentimientos en los que se jura amor eterno través de su música y convierte el tiempo en un delicioso transitar lleno de aromas a nostalgia, o un pasado de blanco altar, o llanto de ausencia, o sueños desvanecidos.
Definitivamente, esta diosa falconiana sabe cómo hacer aflorar las tenues inspiraciones de quien ose escuchar su casi embrujante voz. Por ello forma parte del baluarte de Nuestra Gente.

domingo, abril 20, 2008

Siempre a su manera El libro rojo de Armando Scannone cumple 25 años

Posiblemente es uno de los utensilios de cocina más populares en Venezuela. Por lo general, está a la mano de quien lo necesita y, al abrirlo, es común encontrarse páginas salpicadas de grasa, chocolate y gotas de caldo. Si se pasan los dedos sobre sus hojas se sienten rastros traviesos de harina o azúcar, como también es inevitable sentir la fragancia dejada por granos de pimienta y canela.


El llamado ¨libro rojo" de Scannone es referencia irrefutable de la cocina tradicional venezolana.Pasados 25 años de su aparición, aún da de qué hablar y se renueva a sí mismo






Fotos: Natalia Brand



El libro Mi Cocina, a la manera de Caracas cumple 25 años, pues Armando Scannone, su autor, lo publicó por primera vez a finales de 1982. Desde sus primeros días tuvo gran aceptación del público y se convirtió en fuente constante y confiable de consulta para los amantes de los fogones o para quienes, por una u otra razón,han tenido que incursionar en ellos.
El profesor e historiador José Rafael Lovera atribuye este éxito a dos hechos importantes: "Empezaban a desaparecer las cocineras que preparaban los platos tradicionales de nuestra cocina, quienes eran las portadoras de las recetas. Esto llevó a que mermara la cantidad de platillos tradicionales que podían degustar los caraqueños. Entonces surgió una añoranza que, unida al apego por nuestro pasado, creó una necesidad. Cuando aparece el libro, no sólo contenía gran cantidad de recetas que, en muchos casos, se creían olvidadas, sino que también era posible llevarlas a cabo obteniendo excelentes resultados".
Cocinando un recetario
La elaboración del "libro rojo" requirió más de diez años. Armando Scannone comenta que todo surgió a raíz de su necesidad de rescatar las recetas de su familia, donde siempre se hizo énfasis en la buena mesa. Después de que su madre murió, esa añoranza lo llevó a recolectar información, primero entre familiares y algunos amigos, hasta que, poco a poco, el número de preparaciones fue creciendo de tal manera que terminó convirtiéndose en un libro.
Magdalena Salavarría lleva más de 40 años como cocinera en la casa de Armando Scannone y participó en todo el proceso de elaboración y comprobación de las recetas, junto a Elvira Fernández de Varela y Francisca Monasterios, conocida como "La Morocha". Ellas tres fueron las principales colaboradoras de este proyecto, apoyadas y asesoradas por otras cocineras o aficionadas a los fogones que se nombran en los agradecimientos de este recetario.
"Ese libro dio mucha guerra -cuenta Magdalena entre risas-, trabajábamos todos los días. Luego probábamos lo que hacíamos; en especial, el doctor (refiriéndose a Scannone), quien nos hacía repetir la receta hasta que quedara bien. Yo creo que ahora no tendría la fuerza para hacer algo igual".
"Elvira escribía las recetas, pesaba y medía todo. En las noches las transcribía y revisaba junto al doctor lo que se había hecho. En la cocina trabajábamos, a veces, más de ocho personas, gozábamos mucho y Elvira estaba todo el tiempo pendiente de que midiéramos. Un día teníamos tanto alboroto que José (el esposo de Elvira) nos puso un grabador para que no se nos olvidara nada", añade Magdalena.


Por su parte, Scannone investigaba y preguntaba aquí y allá, además de recordar y evocar lo que disfrutó en su casa de la infancia. En las mañanas, antes de salir a trabajar, le decía a Elvira las recetas que se iban a ensayar. En un papel le entregaba las instrucciones para las preparaciones que tenían que ser probadas y comprobadas. "Todo lo que está en el libro lo comí en la casa de mis padres, donde siempre existió apertura hacia platos nuevos, incluso de otras culturas", señala el autor.
"Años después, la cocina de mi casa se convirtió en un laboratorio -agrega Scannone. La gente era muy celosa con sus recetas o, simplemente, no me las sabían dar, porque me decían que pusiera un poco de aquello, un chorrito de lo otro, pero nunca tuve una receta en tazas y cucharadas. Eso, desde el principio, me pareció importante para que cualquier persona las pudiese llevar a cabo sin dificultad. De todos modos, a mí me parecía que no debía pedir recetas, tal vez estoy equivocado y hoy lo haría de otra forma. Lo que había desaparecido lo reinventamos. Me interesaba todo lo que me parecía sabroso".
Magdalena recuerda que la cocina, además de ruidosa, siempre estaba llena de sacos de ingredientes para las pruebas. "Una vez necesitábamos merey y trajeron cuatro sacos. Igual pasó con el dulce de guayaba, que repetimos muchas veces porque no desmoldaba bien".
Scannone afirma que las preparaciones más difíciles de lograr eran las de la granjería criolla. "Se vendían en las puertas de las escuelas. Unos señores pasaban con una cajas de madera con un vidrio por encima que contenían muchos dulcitos criollos como conservas y torta Burrera. Como no se hacían en las casas, no encontrábamos quien nos dijera la manera de prepararlos. A partir de comentarios y recuerdos de algunas señoras viejas las fui reconstruyendo".
Lovera afirma: "Hasta la aparición de Mi Cocina casi todos los libros de recetas adolecían de exactitud, estaban llenos de imprecisiones, de falta de medidas, la descripción de los procesos ameritaba que el cocinero tuviera conocimientos sólidos del oficio, incluso cierta maña y memoria. Armando, por su formación de ingeniero, se esmeró en que los procesos fueran claros y precisos, por eso creo que es uno de los factores que ha hecho que este libro se mantenga vigente en el tiempo".
Tras bastidores
"Llegó un momento en que se hizo imposible repetir. Teníamos tantas recetas transcritas a máquina que era engorroso buscar en aquel paquete de más de veinte centímetros de alto, sin orden ni clasificación. Era terrible, había que revisar hoja por hoja -cuenta el gastrónomo. Un día decidí que tenía que hacer un libro con ese material, lo organicé y lo llevé a varias editoriales, pero nadie mostró interés, argumentaban que a quién le podía parecer atractivo un libro de cocina caraqueña y sin fotos".

"Decidí financiar mi libro. Investigué y la mejor opción era mandarlo a imprimir en España -recuerda don Armando. Un mes antes de partir, a finales de 1981, un amigo me recomendó al fotógrafo Eichi Miyasaka. Además, contacté al decorador Julio Obelmejías para que se ocupara de preparar el set para las fotos".
Entre la Navidad y el Año Nuevo se tomaron las fotografías que aparecen al final del libro. Se escogieron los platos más representativos, y todas las bandejas, vajillas y fuentes de servicio eran de la casa del propio Scannone. "Trabajamos muchísimo: Magdalena y Elvira en la cocina, Julio acomodando todo, y Eichi montado en una escalera haciendo las tomas".
Con las fotos listas se enfrentaron a un inconveniente: los laboratorios fotográficos cerraban al final del año, pero lograron sortear el problema y, en enero de 1982, Scanonne partió hacia España con sus textos y los negativos de las fotografías. Cuando llegó a la editorial y le hicieron los cálculos para una edición de mil ejemplares, le pareció muy elevado el costo por ejemplar y decidió mandar a hacer cinco mil. En la editorial le preguntaron si él tenía idea del espacio que ocupaba esa cantidad de libros, pero igual los mandó a hacer. Antes de imprimirlo decidió llamarlo Mi Cocina, a la manera de Caracas, porque era su versión de la cocina venezolana, la que se preparaba en su casa. "Yo había hecho ciertos cambios con respecto a la cultura popular, como, por ejemplo, sofreír los ingredientes por separado a la hora de preparar el pollo, cuando mucha gente lo que hace es poner todo en la licuadora. Así, decidí hablar de una cocina mía para que nadie me reclamara".
En el caso de la portada, decidió utilizar el color rojo porque es llamativo y permite que se destaquen las letras. Como bien lo resume Scannone: "es cuestión de diseño, quería un libro que se destacara incluso en las vidrieras. El rojo ni siquiera es mi color favorito". Lo que no imaginó el propio autor es que ese color formaría parte de la referencia popular a su obra: "el libro rojo de Scannone".
Meses después, en Venezuela, con aquel montón de ejemplares guardados, decidió contactar a la Distribuidora Santiago, de la cual tenía referencias. El 22 de diciembre de ese año salió el libro al mercado y al tercer día ya se había agotado la edición.
La primera edición era de tapa dura, pero, luego del viernes negro, los costos obligaron a producir una edición de bolsillo, más económica, que se puede adquirir actualmente en las librerías.
Joaquín Iglesias, de la Distribuidora Santiago, expresa: "Este libro se ha vendido bien desde el primer momento, a pesar de que ha sido pirateado. Llevamos 25 años distribuyéndolo y es uno de nuestros caballitos de batalla. Cuando los libreros piden el libro y no lo tenemos se molestan con nosotros. Estoy casi seguro, aunque parezca una exageración, que poniendo de lado textos escolares y la Biblia, es el libro más vendido en Venezuela".




Mi cocina, tu cocina
"Mi Cocina, de Armando Scannone (…) tiene, entre otras, la singular virtud de no acomodarse a ninguna biblioteca capaz de desactivarlo ni permitir su aprisionamiento por más allá de setenta y dos horas, transcurridas las cuales debe ser necesariamente utilizado, o al menos movido, so pena de injuria", escribió José Ignacio Cabrujas en diciembre de 1994.
Pasado un cuarto de siglo es difícil pensar que un libro de cocina se mantenga tan vigente, que siga siendo tan recomendado, que se haya convertido en un regalo habitual para las recién casadas o para quienes sienten pasión por los fogones y no saben por dónde comenzar. Incluso cocineros más versados lo mantienen a la mano como fuente de consulta permanente.
Sus 742 recetas delinean perfectamente nuestra memoria gustativa, nuestra tradición culinaria. Basta seguir, paciente y obedientemente, las instrucciones para deleitarse con una sopa de rabo, un pastel de polvorosa, una olleta de gallo, un bienmesabe, un mondongo o, simplemente, con un buen arroz blanco.
"Armando logró un éxito notable como redactor de recetas, porque buscó en las fuentes adecuadas y apeló a su memoria gustativa. Sigue siendo el libro de cocina donde se expresa mejor el espíritu criollo-venezolano-urbano", expresa José Rafael Lovera. "Este libro corresponde a Caracas y es la visión de quien vive en la ciudad. Aquí confluyen personas de todas las regiones de Venezuela, quienes traen sus recetas consigo. Los platos son viajeros", concluye.
Por otra parte, Lovera afirma que "el libro rojo trajo como consecuencia los libros azul y amarillo, el éxito produjo un estímulo en el autor". Además, se hizo una edición especial para el Círculo de Lectores, sus recetas se citan en numerosas publicaciones sobre cocina tradicional venezolana, en recetarios para cadenas de supermercados y hasta se han dividido las recetas por temas, que han sido plasmadas en ediciones más reducidas con gráficas a todo color.
Posiblemente, Armando Scannone no tenía idea de lo que estaba logrando con este recetario, que partió del deseo de no perder algo que tanto le gustaba: la comida sabrosa de su casa. Un deseo al que le dedicó 10 años de su tiempo, atención y recursos. Mi Cocina, a la manera de Caracas es, quizá, el compendio más completo sobre cocina venezolana que existe en la actualidad.


Datos curiosos
Armando Scannone encargó dos ejemplares especiales del libro con la letra más grande. Uno es de uso frecuente en su cocina, y el otro pertenece a Elvira Fernández de Varela, una de sus principales colaboradoras y una de las personas a quien está dedicado el libro.
La primera edición tuvo un costo de 245 bolívares (estaba por debajo del costo real del libro).
En las fotografías algunos de los platos tienen el holograma con las letras S y T, que significan Scannone Tempone. Estos fueron un regalo de los hermanos Scannone a sus padres, en conmemoración de su aniversario de bodas.
Las orquídeas en las fotografías se cultivan en la propia casa de Scannone, quien es aficionado a estas flores.
Algunas recetas incluyen ingredientes como la salsa Worcestershire (en su momento fue motivo de polémica con Miro Popic), el diablitos y el ketchup.
Una de las recetas más complicadas del libro es la de los limones en almíbar, que exigen cuatro días en su preparación. Magdalena Salavaría la califica como una "calamidad".
La receta de la jalea de guayaba se practicó 18 veces.
Lo conforman preparaciones que parecen casi obvias como el café aguarapao, las papas fritas, el arroz blanco, la sopa de fideos, los espaguetis con ajo y aceite, los huevos revueltos, las tajadas, el pollo frito, el bistec a la plancha, las hamburguesas y la ensalada de frutas.
Aunque es un libro de cocina caraqueña se encuentran recetas asociadas con otras regiones del país como las arepas peladas, los huevos chimbos, el selser (cabeza de cochino en vinagreta), la conserva de leche y el dulce de hicacos.
La receta de la hallaca caraqueña ocupa siete páginas, incluidas las ilustraciones. Edición aniversaria
Al cumplir un cuarto de siglo, al libro Mi Cocina se le haceun refrescamiento, en una edición especial de lujo con algunos cambios significativos. Las ilustraciones dan paso a infografías,se incluyen nuevas fotos y se regresa al formato inicial: tapadura con papel de mejor calidad. Conserva su color emblemáticoen la portada, el orden y la cantidad de recetas. Es una ediciónde seis mil ejemplares que expresa en su rostro: "25 añosen la cocina de los venezolanos". Las medidas precisas
El libro está conformado por un total de 742 recetas
La distribución de las recetas es la siguiente: 13 de bebidas, 185 de postres (36 son tortas y 23 de granjería criolla), 30 de ensaladas, 71 de cremas y sopas, 73 de carnes rojas (cerdo, res, conejo, chivo, cordero), 38 de aves (pollo, gallina, gallineta, pavo, pato y faisán), 14 de pasapalos, 48 de pescados y mariscos, 73 de vegetales, 23 de arroz, 5 de huevos, 7 de quesos, 31 de salsas, 66 de maíz (arepas, cachapas, funche), 43 de harina de trigo (pastas, pan, brioche, hojaldre), 11 de rellenos y 4 denominadas "varios" como aceite onotado, ají o pimentón seco molido, harina de trigo tostada y ajiceros o encurtidos
Posee un total de 226 ilustraciones: 207 de procedimientos, 14 decorativasy 5 de cortes de carnes y utensilios de cocina
Contiene 14 fotografías que muestran 105 preparaciones
Actualmente va por la 27ma. edición
En 25 años se han vendido más de 100 mil ejemplares
Para el Día de las Madres y Navidad se venden alrededorde mil ejemplares por vez (datos suministrados por Distribuidora Santiago)


lunes, abril 14, 2008

La mágica improvisación de Gabriela Montero

Sin duda, este ha sidoel año de la pianista venezolana, quien recibirá, junto al directorGustavo Dudamel, el premio Echo Klassik,y lanzará un disco que promete seguirlelos pasos al exitosoBach & Beyond.

Gabriela Montero no es una persona común. No conforme con haber aprendido a tocar en un pianito de juguete —y por puro oído— las melodías infantiles que le cantaban sus padres, cuando apenas tenía un año y medio de edad, la venezolana ha logrado enloquecer a los públicos más selectos del globo con sus versiones improvisadas de los grandes compositores clásicos.


Por María de los Ángeles Herrera




Luego del precedente que sentó al haber vendido más de 90.000 copias alrededor del mundo —algo que califica de "insólito" dentro de este conservador contexto—, la pianista está lista para volar a Alemania para recibir, por segunda vez consecutiva, el prestigioso premio Echo Klassik de la Academia Fonográfica de Alemania, esta vez en la categoría de Mejor Período Clásico sin Fronteras, precisamente, por la producción Bach & Beyond. Sin embargo, en este momento su alegría no sólo tiene que ver con los numerosos galardones que ha recibido este año —entre ellos el distinguido Fellowship de la británica Royal Academy of Music— o con la próxima salida al mercado de su nueva propuesta sobre compositores barrocos. Se suma la oportunidad de compartir honores con el joven director de orquesta Gustavo Dudamel, con quien ha estado en escena en repetidas ocasiones: "Yo le tengo muchísimo cariño —confiesa— y, además, creo que se tiene merecido por completo todo lo maravilloso que le está sucediendo en su vida. Me encanta el hecho de que vayamos a recibir ese premio juntos, porque somos venezolanos y somos amigos". Hace casi un año Gabriela dejó Caracas y estableció su base de operaciones en Nueva York, por ser una ciudad más céntrica para poder volar por Europa y Estados Unidos, donde se lleva a cabo el grueso de sus recitales; pero, sobre todo, para dedicarle más tiempo a sus pequeñas —de cuatro y 10 años— y ser lo más cercano a una mamá normal: "Yo viajo constantemente, casi como si estuviera en un carro; doy mis conciertos, regreso a casa para estar con mis hijas y me vuelvo a ir, pero el no poder vivir en mi país es algo que todos los días me pesa terriblemente".


Único formato


Cálida, cercana, pero a la vez llena de un elegante humor negro que, además de ser bastante particular, parece fluirle con la misma naturalidad que sus alabadas improvisaciones, así se escucha Gabriela al otro lado de la línea. No fue sencillo concretar la entrevista. En medio de una más de sus agitadas mudanzas —esta vez a Boston— y con una agenda llena de actividades infantiles y decenas de conciertos que, entre una cosa y otra, aún no ha podido preparar, esta virtuosa de las teclas se toma unos minutos para conversar. Su pausado verbo, que en un principio pudiera tomarse como un rasgo de timidez, parece ser más bien un producto de la madurez que otorga el tener que aprender a lidiar con lo bueno y lo malo de un don musical innato.

Tiene 37 años y hace 32 dio su primer recital en público; el empezar tan temprano fue, precisamente, lo que más presión le impuso: "Tener un talento de cuna no te permite realmente escoger, porque ese talento es dueño de todos tus pasos. Yo traté muchísimas veces de dejar el piano, quise explorar quién era en otros formatos y, después de muchos años, me di cuenta de que tenía que estar en paz con quien soy yo como músico. Creo que para el niño prodigio es muy difícil diferenciar entre la persona y el artista. Hubo momentos en los que sentí que mi lado como ser humano estaba aplastado por el prodigio y no podía evolucionar. Ese es el gran reto del niño prodigio que crece, porque son muy pocos los que llegan a evolucionar a un nivel donde ya el artista adulto tiene tanto o más mérito que el niño".


Hoy muchos alaban la naturalidad y la maestría de sus improvisaciones, donde fusiona de manera completamente impredecible estilos clásicos, barrocos, románticos y hasta se da el lujo de jugar con el jazz y con ritmos latinos, pero la espontaneidad de sus recitales no ha sido una constante. Incluso, llegó a alejarse de los escenarios para incursionar en otros ámbitos —incluyendo los roles de madre y esposa—, pero su ruptura amorosa y el contacto con la pianista argentina Martha Argerich, le dieron el empujón que le faltaba para enfocarse definitivamente en su carrera internacional y hacer de la improvisación su sello personal, comolo comentara The New York Times en una edición de septiembre de 2006,luego del éxito obtenido con su anterior producción discográfica. A estas alturas no tiene idea de dónde proviene la musa que la lleva a improvisar. "Eso es un misterio para mí también", afirma al tiempo que deja colar una risa que se convierte en una constante en su discurso y que es imposible pasar por alto, no porque sea ruidosa, sino porque es el complemento perfecto de ese humor tan particular que la caracteriza. "Cuando improviso no pienso, hay como un canal abierto a un universo de música en el cual yo soy un instrumento y dejo que fluya, pero no es un proceso consciente".


¿Recuerdas la primera vez que te animaste a hacerlo en público?


"Bueno, según mis padres —y eso está grabado—, a los dos o tres añitos estaba improvisando. Siempre fue parte de mí. Pensé que todo el mundo improvisaba y hace pocos años me enteré de que no era así. De niña siempre lo hacía, luego, cuando estuve estudiando en Miami —con una profesora que, realmente, me hizo mucho daño— dejé de improvisar, porque ella consideraba que eso no tenía nada de especial ni de válido. Durante ese período de, aproximadamente, 15 años rara vez improvisé, hasta hace como seis años cuando Martha Argerich me escuchó tocar y me dijo: 'Gabriela, tú eres la única persona que conozco que puede hacer esto, ¿por qué no lo estás haciendo?'".


Hoy en día sólo contados artistas reviven a los clásicos, ¿de dónde viene tu pasión por este estilo?


"Mis estudios siempre fueron en música clásica y siempre fui concertista clásica. Ahorita lo que ha pasado con la improvisación, que es lo que está dando muchísimo de qué hablar, es que estoy reviviendo esa magia de la improvisación que era usual entre los grandes compositores del siglo XVII y XVIII". ¿Qué sientes al haber entrado a la cofradía de la Royal Academy of Music, de la cual forman parte destacados compositores como el pianista Michael Head, el trombonista John Kenny y hasta la vocalista, ganadora del Oscar, Annie Lennox?


"¡Imagínate! Ya ellos me habían otorgado otro reconocimiento, que es el de asociada, y el Fellowship que obtuve este año es la distinción más grande que le dan a los ex alumnos… Que te reconozcan en el lugar donde estudiaste es muy satisfactorio, además de que en esa academia yo me gané todos los premios que había para piano (risas). Fueron como cinco años de ser la consentida de la academia y fue increíble volver después de tanto tiempo".

Después de Bach & Beyond, ¿qué viene?
"Para mí ese disco es significativo, porque además me demuestra el hambre que hay en el mundo de la música clásica por la creatividad, por la diversión musical… Viene mi segundo disco de improvisaciones, que va a salir a la venta en el mercado de Estados Unidos en octubre, es sobre temas barrocos: Haendel, Albinoni, Vivaldi, Scarlatti... Hace poco también grabé un disco, que saldrá a principios del año que viene, con el gran chelista francés Gautier Capucon".


¿Hay algún venezolano que identifiques como prometedor?
"Me gusta mucho lo que hacen Alexis Cárdenas, violinista, y la pianista Vanesa Pérez. Me parece que son grandes talentos, además son amigos muy cercanos".



Llena de sorpresas
"Rochelera" entre amigos, cariñosa con sus hijas, profunda ante el piano,dulcera justo minutosantes de salir a escena —cuando come chocolatey se toma un refresco porque necesita "el bust"del azúcar—, exigente con su talento, plano en el que confiesa estar en una búsquedapermanente quele permita evolucionar,y hasta con una fuerte convicción humanitaria, que le viene de la época en que hacía presentaciones gratuitas en distintos ancianatos alrededor del mundo, parecen infinitos los matices que se aprecian en la personalidad de Gabriela Montero, quien, entre risas, señala que un buen título para su autobiografía podría ser "Mis muchas vidas".


¿Cómo es uno de tus días típicos?
"No hay días típicos (risas), no existe lo que se llama una rutina. Lo que sí te puedo decir es que la maleta siempre está al lado de mi cama y trato de estar en el piano lo más posible porque tengo tantos compromisos que necesito repasar las obras que voy a tomar la semana siguiente. No tengo tiempo para preparar las cosas con más anticipación. Estoy, ¡guao!, con llamadas, e-mails… si puedo pasar dos horas en el piano es un lujo, porque entre una cosa y otra yo soy mamá, mamá. Estoy con mis hijas todo el tiempo".
En tu portal se ve que tienes presentaciones hasta el año 2008…
"(Risas nerviosas) No, es que no está actualizado. Ya empezaron a contactarme para 2010 (más risas)".


¿Nunca puedes hablar de tiempo libre?
"Tiempo libre, hoy en día, tengo muy poco, y cuando lo tengo mi gran lujo es dormir (risas)".


¿Hay alguna otra pasión que te mueva tanto como la música?
"Me gustaría tener una organización humanitaria enfocada hacia los ancianos o hacia los niños, ya lo he hablado con mis mánagers. Si tuviera el tiempo ahora, lo haría, pero en este momento la prioridad son mis hijas. También tengo un hobby: me he mudado muchísimas veces en muchísimos países y mis amigos siempre comentan que tengo buen gusto para decorar mis casas, y es algo que me encanta, el poder organizar todo y después volverme a mudar, así tengo como un karma nuevo, ¿no? (risas)".


¿Los mejores momentos?
"Cuando hice mi debut con la Filarmónica de Nueva York el año pasado; sin duda, esos cuatro conciertos, que estuvieron repletos, agotados. La energía, la electricidad que hubo fue increíble… Y para mí, regresar a tocar con la Orquesta Simón Bolívar y con la Orquesta Sinfónica Municipal es como llegar a casa".





Esencia criolla


A falta de piano…
"Hubiera estudiado, seguramente, Psicología".
¿Quién es la persona más interesante que has conocido?
"Tengo que decir, nuevamente, Martha Argerich".
¿El objeto más valioso que tienes?
"Mi piano (risas). Un Bösendorfer, que es un piano austríaco fantástico, de gran tradición. Ese es mi confidente, además".
¿Cuál es el sonido más hermoso?
"El silencio".
¿Y el que más odias?
"Detesto el sonido del anime cuando lo tocas o lo mueves".
¿El día más largo?
"Cuando tuve que dar a luz a mis dos hijas (risas)".
¿Qué invento revolucionaría tu vida?
"La clonación (risas). Eso ya está inventado, pero me encantaría que pudieran crear a alguien que fuera yo, pero con más energía y el doble de tiempo".
¿Tu mayor ambición?
"Ser un ejemplo para mis hijas de lo que es una mujer fuerte pero sensible, luchadora y que afronta la vida sin miedo y sin herir a los demás. También seguir hablando con mi música por mucho tiempo más".
Una manía de la que te gustaría deshacerte
"Jorungarme las uñas (risas). Yo me las arranco, básicamente. Sé que no las puedo tener largas, obviamente, pero desde chiquitica lo hacía. Ni me doy cuenta".
Otro talento extraordinario que te gustaría poseer
"Me encantaría poder ser una gran bailarina para comunicar con mi cuerpo lo que comunico con la música".
¿A quién le pedirías un autógrafo?
"Si pudiera, a Teresa Carreño".
¿Tu mayor miedo?
"Morir joven".
¿El escenario que te falta por conquistar?
"Hay lugares como Tailandia que me gustaría visitar, más que ir a tocar. Me gustaría poder ir a algún lugar sólo de visita (risas)".


Fuente: Revista Estampas

sábado, abril 12, 2008

Edgar Ramírez gana premio al mejor actor en el Festival de Málaga 2008


Biznaga de Plata a Edgar Ramírez por Cyrano Fernández, por unanimidad del Festival de cine de Málaga 2008. La cinta fue exhibida como parte de la sección del festival denominada Territorio Latinoamericano

Un justiciero urbano llamado Cyrano Fernández

La obra del cineasta Alberto Arvelo y protagonizada por Edgar Ramírez retrata desde dentro las contradicciones de la cotidianidad en los barrios, a través de personajes que entrecruzan sus destinos en una clásica historia de amor universal. El laberinto de escaleras y callejones de un barrio caraqueño es el escenario donde cobra vida la historia de Cyrano Fernández, largometraje del cineasta venezolano Alberto Arvelo, que ofrece un particular punto de vista sobre una realidad hasta ahora sólo desnudada en su crudeza.


La obra del cineasta Alberto Arvelo y protagonizada por Edgar Ramírez retrata desde dentro las contradicciones de la cotidianidad en los barrios, a través de personajes que entrecruzan sus destinos en una clásica historia de amor universal.

El laberinto de escaleras y callejones de un barrio caraqueño es el escenario donde cobra vida la historia de Cyrano Fernández, largometraje del cineasta venezolano Alberto Arvelo, que ofrece un particular punto de vista sobre una realidad hasta ahora sólo desnudada en su crudeza.

Esta inspiradora versión del clásico Cyrano de Bergerac, del poeta y dramaturgo francés Edmond Rostand, cuenta con un elenco de primera línea que encabeza el talentoso actor venezolano Edgar Ramírez en el rol de "Cyrano", Pastor Oviedo (Cristian), Jessika Grau (Roxana), Ximo Solano (López) y Rafael Uribe (Gaspar), entre otros.


Cyrano Fernández es una co-producción venezolano-española, cuyo guión fue escrito por Arvelo, conservando la esencia del triángulo amoroso de la obra de Rostand y las características de su protagonista: un hombre resuelto, contradictorio e intenso, un antihéroe romántico y moderno, que calza en cualquier urbe de América Latina,


"Uno de los pilares de Cyrano es que recrea una historia de amor y, como todo arquetipo, estas grandes historias tienden a ser cautivadoras y avasallantes, entre otras cosas, porque están hechas de aquellas cosas universales que nos mueven", explicó el realizador criollo.


El barrio "San Miguel" de la Cota 905, en Caracas, se convirtió en algo más que una locación para la película. En él, actores, productores y técnicos convivieron con su gente por más de ocho semanas que duró el rodaje, para encontrarse cara a cara con una realidad que a veces parece lejana, hasta que toca vivirla de cerca. Según Arvelo, un barrio, más que el lugar donde vive el mayor número de venezolanos, es el lugar donde se forjan nuestra idiosincrasia y nuestra cultura..


Pero las dificultades de filmar Cyrano Fernández en el barrio San Miguel no se limitaron sólo a la accesibilidad para trasladar al sitio un grupo de 60 personas y más de dos toneladas de equipos, luces, grúas y vestuario.


El mayor reto fue grabar sonidos y diálogos en un lugar generalmente lleno de ruidos. La razón por la que la película es muy rica en música se debe a que, en la realidad, ésta es una manera de vida que suena en cada esquina del barrio. A la banda sonora creada por el compositor venezolano Nascuy Linares y el maestro español Mario de Benito, se suman canciones del artista colombiano Carlos Vives y de la banda venezolana de hip hop "Tres Dueños".


HEROE EN LA COTA
Reconocido y galardonado nacional e internacionalmente, Alberto Arvelo forma parte de una camada de guionistas y directores que están dando un nuevo rostro al cine nacional. Creador de hermosas piezas como "Una casa con vista al mar", "Una vida y dos mandados", "Habana La Habana" y "Tocar y luchar", Arvelo inició junto a otros cineastas venezolanos un concepto cinematográfico conocido como "Cine Atomo", con la idea de hacer películas más humanas y profundas, con los componentes básicos de producción y bajo presupuesto.


Con Cyrano Fernández, el director busca entender el ritmo, el humor, la emoción y la sensibilidad de la gente en los barrios. "La película tiene los elementos fundamentales que conforman la vida cotidiana de un barrio, es decir, el amor, la pasión y la violencia", acotó.
Cyrano puede ser descrito como un héroe local admirado por la gente, pues representa los valores y principios que defiende a toda costa, en un ambiente violento y sin piedad.
Para el actor Edgar Ramírez, cuya ascendente carrera en Hollywood incluye títulos como Dominó, The Bourne Ultimatum y próximamente Vantage Point, Cyrano Fernández significa también su primera incursión en la producción.


"Cyrano Fernández es un personaje con muchísimas contradicciones, tan asustado que es capaz de llevarse al mundo entero por delante con tal de controlar ese miedo. Es una suerte de luchador social que trata de cambiar las cosas en el barrio donde vive, pero a su manera", puntualizó el artista.


La película, que se presentó con éxito en la pasada edición del AFI Fest de Los Angeles, se estrenó en las principales salas del país el pasado viernes 29.


Fuente: Notitarde

Fuente: El Universal

Trailer: Cyrano Fernandez






Cyrano by 3 Duenos





sábado, abril 05, 2008

Edgar Alexander regresa con Toque y Despegue

En el interesante libro Crónicas del Rock Fabricado Acá del investigador Félix Allueva se cataloga a Edgar Alexander como uno de los íconos pop más importantes en la historia musical de Venezuela. Aseveración absolutamente cierta, tal como lo demuestra la vigencia de esas pequeñas obras maestras que han surgido de su pluma para convertirse en parte indispensable de nuestra cotidianidad. ¿Ejemplos? “La Guitarra”, “Joven Amor”, “Soy Poeta”, “Tiempo Para Amar”, “Un Hombre”, “Navegar”, “Por Ti Mujer” y muchas más que constantemente se escuchan en las radioemisoras venezolanas.


Un retiro voluntario de la actividad discográfica, motivado en gran parte a la situación actual de la industria, dio a pensar a muchos de sus seguidores que el inagotable talento de Edgar había llegado a su final. Así pues se imponía tomar una decisión que pusiera inmediatamente punto final a esta creencia. Y esa decisión fue la realización de Toque y Despegue, un nuevo disco que con toda seguridad va a dejar satisfecho al más fanático de los seguidores de la carrera del cantautor venezolano.
Pero dejemos que sea el propio Edgar quien nos hable de este nuevo trabajo y de algunas generalidades.


- “¿Desde cuando no grababas material nuevo?”

- “Exactamente desde al año 1987 cuando con el sello CBS Columbia -hoy Sony Music- grabé el disco -LP para la época- que contenía el tema “Por ti Mujer”, todo un hit en esos días. Cuatro años antes había grabado el disco que contenía “Navegar”, también otro hit. Pero indudablemente ya el tiempo entre las grabaciones se iba espaciando más y más.
Luego, en 1992, ahora sí en la época del CD, hago una selección de mis grandes éxitos y vuelvo a regrabarlos logrando un producto que se ha convertido por derecho propio en material de catálogo”


- “¿Qué significa para ti Toque y Despegue?

- “Ya desde el título existe una doble connotación. “Toque”, por tocar un instrumento musical o volver a montarse en un escenario y “despegue” en el sentido de comenzar de nuevo. De observar lo que sucede musicalmente en la actualidad y adaptarlo a mí. No en vano las canciones fueron compuestas en un lapso de quince años”


- “Estilísticamente ¿Cómo ves el disco?”

- “Básicamente, este disco es Edgar Alexander en su mismo concepto, con su misma esencia, pero eso sí… ¡Completamente actualizado! Todo dentro de la onda de rock y pop que me caracteriza”


- “Llama la atención que dentro del repertorio de tu nuevo trabajo hay una versión a “La Cumbia” que haría palidecer de envidia al mismo James Brown. Y te lo digo porque en tus discos como solista creo que has grabado solamente una versión (una maravillosa recreación a un San Pedro guatireño bajo el título de “El Ruiseñor”)”

- “Sí, y fíjate que las dos versiones tienen que ver de una u otra forma con folklore. Lo de la cumbia, que no es otra que la tradicional “Cumbia Cienaguera”, sucedió porque esa es una de las canciones que más escuchaba en mi infancia. Acuérdate que el Zulia es uno de los estados en donde la música colombiana tiene mayor preponderancia. Y yo siempre quise grabarla. Se lo propuse a Los Impala en dos ocasiones y en ambas la rechazaron. Pero la idea me seguía rondando hasta que decidí sacarme el clavo.
Es un tema tan bueno y tan fuerte que habíamos pensado que debería haber sido el primer promocional. Pero por tratarse de mi regreso y de mi condición de cantautor nos decidimos por “Regálame Eso” que está sonando bastante bien. Pero que se prepare todo el mundo, porque la cumbia es el próximo promocional y nadie se va a salvar de bailarla”
El grupo que lo acompaña, cuya calidad pudimos apreciar en el showcase brindado por el artista a los medios está integrado por gente muy joven, entre ellos su hijo Carlos, bajista y director musical, además de integrante de la agrupación Los Beat-3.


Por eso preguntamos a Edgar
- “Con tu experiencia ¿Qué consejo darías a un joven músico que comienza?”

- “¡Que no baje la guardia! Que persevere y que tenga fe en sí mismo. Si tu crees en lo que haces vas a lograr lo que quieres siempre que tengas la constancia necesaria”