jueves, enero 15, 2009

Antonio Giménez Freitez,artista sonoro venezolano

El músico Antonio Giménez Freitez en nada se parece a una figura conservadora. Con dreadlocks al estilo rastafari y sus propuestas que combinan desde lo clásico hasta el hip hop, derrocha un gran talento en cada una de sus composiciones



XIOMARY URBÁEZ


El ensayo está a punto de comenzar.

Serenamente colocada en el atril, la partitura con sus pentagramas reclama la presencia del director musical de la Banda de Conciertos del Estado Lara Maestro Antonio Carrillo. Un sonido por aquí, otro por allá, los músicos afinan los instrumentos. Tonos de todas clases inundan la sala del Museo de Barquisimeto donde se realiza la prueba, elmurmullo es general y parece ir in crescendo.
La súbita aparición de Antonio Giménez Freitez impone silencio. El aire recibe el mágico balanceo de la batuta y – a su ritmo – las notas de la balada Cara a Cara, a incluirse en el próximo disco compacto de la orquesta, invaden el ambiente.
Aunque firmemente atados, los dreadlocks al estilo rastafari amenazan con sucumbir a los enérgicos movimientos. Luego, al serenarse el ritmo, se relajan. En este momento y por el tiempo que dura la pieza, la figura del conductor domina la escena. Al comenzar la entrevista
el arrojo da paso a la timidez, la fluidez en la palabra oral no es su fuerte. Se comunica mejor con melodías. Nacido en una familia de reconocida trayectoria en el medio,Giménez estudió música desde muy temprana edad en su natal Quíbor.

Las primeras preguntas generan respuestas cortas. Roto el hielo y al transcurrir los minutos la conversación va entrando en calor...




¿Cómo fueron los inicios?
“Con mis tíos y abuelos. Eran gente que vivióde la música”.
¿Es posible hacerlo?
“Eran profesores o directores de coro... Es difícil pero no irrealizable. El deporte y la pintura están en una situación muy parecida”.
Recuerda la niñez con agrado. Las jornadas con el abuelo materno Jacinto Freitez lo iniciaron en los misterios de la flauta y del piano.
Culminado el bachillerato decidió formalizar lo que hasta el momento había sido un asunto cotidiano. Se inscribe en el Instituto universitario de Estudios Musicales de Caracas, donde obtiene la licenciatura en Música, mención Composición. Gracias a una beca de Fundayacucho se traslada a Francia y se especializa en Composición de Música para Cine, en la École Normale de Musique de París y como Director de Orquesta, en el Conservatoire National en Reims.

Los directores venezolanos están de moda.
Pareciera que se despierta el gusto por la impecable preparación y esa pizca de picardía que caracteriza a la gente del trópico.

¿Cree que el trabajo realizado por las orquestas juveniles e infantiles del país, que lidera el maestro José Antonio Abreu y del cual es una figura eminente Gustavo Dudamel, está abriendo caminos?
“Sin dudas. Gustavo ha derribado murallas. La música se ha acercado al público, el espectáculo es más dinámico, interactivo. El show es completo: luces, audio, trajes. Con él queda atrás la imagen del director que llega al teatro vestido de frac, el intocable que espera los aplausos finales. Además, es estrictamente cierto que la formación académica es importante, razón por la cual en 2007 me fui a Barcelona e hice otra especialización en Tecnología de la Música, un poco con la idea de prepararme de manera integral”.

La audiencia también se ha transformado. ¿El uso de elementos innovadores tiene algo que ver?
“Es así. En la banda experimentamos con fusiones. Al principio fuimos duramente criticados, pero el resultado ha sido un rotundo éxito. Al ritmo de salsa se han grabado piezas con Memo Morales y Wladimir Lozano; con hip hop tuvimos la colaboración del grupo Guerrilla Seca. Cambiamos los paradigmas, nos hemos disfrazado de mimos o de payasos en actividades infantiles. Lo bueno es que seguimos inventando”.


Lo que hacen es interesante, supone una mezcla de agua y aceite, con ella se han lanzado a conquistar audiencias, pero ¿qué sucede con los conciertos clásicos?
“Son una referencia importante, pilares fundamentales. Desde los años cuarenta ha surgido un movimiento repleto de nuevas ideas. En Europa, orquestas completas han cerrado por falta de presupuesto, lo cual prueba la tesis de que no es posible seguir con los conciertos tradicionales. Beethoven o Bach deben unirse a los compositores contemporáneos, incluyendo los latinoamericanos”.

¿En qué parte de ese espectro te ves?
“Hago lo posible por tomar de los patrones académicos lo que haga falta. Defiendo mi interés por lo electrónico y mi pasión por la composición”.
Con esas herramientas en la mano te has atrevido a experimentar con el cine...“Sí. Ya tenía la experiencia con una serie de documentales cuando se me presenta la oportunidad de colaborar con la música de Amábilis, el mediometraje con sello larense dirigido por Isabel Caroto”.

¿Qué te planteas con la creación del blog sonologia. blogspot.com y las dos páginas web musicaelectroacusticaenvenezuela.es.tl y antoniogimenezfreitez. es.tl?
“El blog es un espacio con data actualizada de la tecnología musical y la red te permite un contacto permanente”.

En pocas palabras
La idea preestablecida del director con gustos clásicos se hace añicos en la intimidad.
• Edad: 36 años.
• Signo: Virgo, 28 de agosto.
• ¿Estado civil? “Soltero”.
• ¿Un Instrumento? “No es precisamente musical, es la computadora, (risas)”.
• ¿Canción? “Difícil... Déjame pensar un momentico... Juanito Alimaña de Héctor Lavoe”.
• ¿Lees? “ ¡No termino una novela! Tampoco me concentro con la televisión. Prefiero la lectura técnica”.
• ¿Defectos? “Muchos. El que más me gusta es que soy temático con la comida, es siempre lo mismo, me da
por temporadas. Estoy en la onda de los platos chinos”.
• ¿Cocinas? “Sí. Mi especialidad son las ensaladas”.
• ¿Una ciudad? “Del mundo, Barcelona. En Venezuela, Barquisimeto y no es un cliché, hay mucho futuro,
somos gente bonita... Amables”.
• De los dreadlocks… “¡Na’ guará, pensé que era más fácil! Fue un calvario, duré 7 horas en una peluquería en
Barcelona y pagué 300 euros hace dos años. Cada vez que los mojo tengo que hacerles un mantenimiento
con una cera que compro en enormes cantidades fuera del país”.
• De la internacionalización… “Si se da, chévere. No me quita el sueño. Me preocupo por mi composición
y por mejorar día a día”.
• De las preferencias… “Tengo dos ambientes. Lo contemporáneo, música experimental con instrumentos acústicos; y la electrónica, hecha en
computadora”.


[El Informador]

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