jueves, mayo 01, 2008

Yuriana González ascendió a la orquesta juvenil nacional

Desde niña Yuriana González tuvo vocación para las artes. Empezó cantando galerones orientales, luego ingresó a la Orquesta Típica de Lechería donde se inició en la bandolina, hasta que su hermano Yuri le enseñó a tocar el violín, instrumento que se convirtió en su pasión y que la guía hacia el éxito

JUAN JOSÉ PERALTA









Luego de poner pesrubia delicadamente al arco, Yuriana González Torres verifica la afinación de su violín y comienza el registro de las notas en varias claves para tocar fragmentos de algunas de sus obras favoritas.

El pasado mes de julio, la joven de 13 años fue la única violinista de la Orquesta Juvenil de Anzoátegui que pasó a la Orquesta Nacional Juvenil, con sede en Caracas, junto con otros cinco compañeros de otros instrumentos de la agrupación oriental.

Yuriana da así un nuevo paso en su temprana carrera artística que inicio muy niña, desde el tiempo que escuchaba música clásica en el consultorio de su abuelo y soñaba algún día tocar el violín en una gran orquesta.

-Yo empecé pequeñita cantando el galerón, de aquí de oriente, y como tiene entre sus instrumentos el cuatro y la bandolina, me interesó un cupo para la Orquesta Típica de Lechería. Mi papá me inscribió para esa cátedra y comencé a los ocho años.

Yuriana cuenta que la esposa de Alexis Ortiz, el anterior alcalde de Lechería, Delmys Mori de Ortiz le regaló su primera bandolina y después el violín , antes de irse al exterior. “Gracias a ella yo pude estudiar. Yo antes tenía la bandolina de la Típica, pero no me la podía llevar a la casa”.

En menos de seis meses, avanzó rápidamente de tercera a primera bandolina y luego le hicieron una audición para la Típica Juvenil y quedó de segunda bandolina.

Pero ella quería tocar violín y así se lo dijo a su padre, Yuri González, un chef barcelonés que tiene su modesto restaurante en Lechería y sueña que su hija viaje por el mundo como él no pudo hacerlo.



Fuente: DIarioVínculo El Tiempo


Yuriana quiere ser médico y directora de orquestas


PUERTO LA CRUZ.- Yuriana González recuerda cuando su papá habló con Rosa Banus, Presidenta de la Fundación Orquesta Juvenil de Anzoátegui. “Ella le advirtió que yo estaba muy grande para empezar estudios de violín, pero me dieron la oportunidad y a los once años empecé... Ahora ella misma me recomendó para integrar la Orquesta Juvenil Nacional".


Y es que esta joven aprendió a tocar el violín sola, con el apoyo de su hermano, Yuri Alexander, quien fue concertino de la orquesta infantil y con diez años es uno de los más pequeños de la Juvenil del estado Anzoátegui. “Yuri está en el segundo atril de los segundos violines. A esa edad ya toca Tchaikovsky y Beethoven. Ojala yo hubiera empezado pequeña, ahorita quien sabe dónde estuviera..."Este amor por el violín llevó a Yuriana a cumplir otro sueño el pasado 15 de julio: entraba en la Orquesta Juvenil Nacional. “Nos fuimos un sábado y cuando llegamos allá estaban haciendo los talleres y las partituras, la cuarta de Tchaikovsky, la obertura Guillermo Tell. Nos sirvieron la cena y de una vez entramos al ensayo, para conocernos. Fue muy bonito porque ensamblamos la orquesta ese mismo día, somos 340 y nadie se conocía. Mis compañeros son de las mejores orquestas del país: La de Maracaibo, Aragua, La de Anzoátegui, La de Barquisimeto, todas ellas tiene muchos músicos en la Nacional. Yuraima dice que luego de una semana todavía querían seguir tocando. “En mi habitación éramos cuatro, dos de Maturín, una de Caracas y yo. Nos hicimos muy amigas y nos contábamos las historias de las orquestas. Ya conozco gente de todos lados". Ahora son amigas, se pasan partituras por Internet.


Con Gustavo Dudamel


Durante los ensayos de la orquesta nacional, un día los llevaron a pasear a El Hatillo y al regreso encontraron una sorpresa: Los esperaba Gustavo Dudamel para dirigirlos. Él es violinista y fue primer concertino de la Nacional, es barquisimetano y muy chévere, pero a la hora de tocar es muy exigente.


“Cuando alguien hacía algo, o se le caía algo, entonces echábamos bromas, pero él nos regañaba, decía ¿van a estar con eso en Berlín? La gente va a preguntar ¿qué es eso? .


Nos dijo que la Orquesta Infantil Nacional nació con una estrella, siempre florece y crece muy bien, pero que esta Nacional, en la que estamos nosotros, tiene un sol y dijo que ojala él estuviera tocando en esta orquesta porque no tiene una estrella sino un sol”.


Otros de los anécdotas que trajo la joven de sus ensayos en Caracas fue referente a la disciplina y las exigencias que implica estar en la Orquesta Nacional. “Allá en Caracas, Rubén Cova es quien ensambla la orquesta. Tocábamos el Vals de las Flores del Cascanueces y en una parte las maderas no sonaron bien y entonces él dijo que esa partitura la escribió Tchaikovsky para músicos, que si no éramos músicos, él buscaba a otros. De inmediato reaccionaron y sonó espectacular la pieza”.


La joven violinista anzoatiguense también contó su experiencia con otros destacados directores de orquesta, como Simon Rappe, titular de la filarmónica de Berlín, uno de los más grandes directores del mundo que viene a Venezuela por segunda vez. “Rappe quedó impresionado cuando interpretábamos Los Planetas y le pidió la batuta a Dudamel. En una parte muy suave, donde las cuerdas sobresalen, él paró la orquesta y pensamos que no lo estábamos haciendo bien. Dudamel aclaró que Rappe quería que le siguiéramos sus manos. Cuando él empezó a dirigirnos quedamos locos, tocábamos Júpiter y sonó tan bello, él hacia unos movimientos y nosotros lo seguíamos, hubo una identificación con él. Eso fue el viernes y el domingo dirigió el Cascanueces. Pareciera que estuviera cantando la partitura con las manos”.


Muchas metas


Dentro de las metas de Yuraima está tocar en la filarmónica de Berlín. “Estoy en la Nacional, en cualquier momento puede pasar. Deseo dirigir una orquesta grande y ser médico. Me imagino a una cirujana dirigiendo la filarmónica de Berlín. Muy loco, pero si puedo…”El 11 es el número que me identifica. Nací el 11 de mayo de 1994. Empecé a tocar violín a los 11 años... no se, creo que me identifica. Mi violín lo compramos ese mismo día que entramos a la orquesta, ese mismo 11.


Orgullosa, su madre Ana Torres cuenta que sus vecinos del edificio Bahia, en la avenida Constitución de Puerto La Cruz, abren los balcones cuando sus hijos ensayan. Yuriana y Yuri ponen discos de su papá y los acompañan con el violín.


Cuando le entregan una partitura, lo primero que hace Yuriana es leer la historia del compositor, su biografía. "Me gusta comprender lo que estaba planteando o sintiendo el compositor en ese momento”.


“La música es sentimiento y tu no vas a tocar una nota simplemente, tienes que tocar desde adentro. Si no, no es música. Esa es la diferencia de un músico y un instrumentista que toca porque sí".


Además de excelente estudiante, con premios y reconocimientos, Yuriana es toda pasión por la música. Trabaja incansablemente las partituras que llegan a sus manos. "Tengo como una superación interna. No me puedo quedar con ese resultado, quiero dar todo de mí. Me equivoqué o me salió bien. No, hay que mejorar y superar”. A esta adolescente se le hace difícil entender que en la orquesta nacional hay quienes nacieron con un violín y ella se encuentra entre los primeros violines. “Somos cien violines y hay una tremenda competencia. Mi papá me apoya y me dice que si a ti te eligieron fue por algo... En los ensayos nos dicen aquí están los mejores de Venezuela”.


Al finalizar el concierto del domingo, el maestro Rappe dijo: Ustedes no tienen límite, el límite es el cielo. Aquí en Venezuela no hay techo. Las orquestas crecen. En Berlín hay muchos que están en la filarmónica y ya. Pero aquí tocan en una orquesta majestuosa y siguen su camino en una búsqueda interminable.


Yuri Alexander


Tiene diez años y es uno de los más jóvenes de la Juvenil de Anzoátegui. Se llama como su papá y estudia cuarto grado en la Escuela Básica Tomás Alfaro Calatrava. Le gusta la pintura. Siempre está dibujando, dice su mamá, Ana Torres. Yuri dice que su hermana a cada instante le sorprende con el violín.


Intercambio"


A él le daban las partituras del violín y yo las tocaba en la bandolina y él tocaba en su violín las partituras de la bandolina", cuenta Yuriana. Hace dos años Yuri empezó con el violín y él fue quien le enseño a su hermana la posición del instrumento y cómo tomar el arco. Entre los dos comenzaron a afinarlo.


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