sábado, septiembre 20, 2008

Mari Montes, la dama del beisbol

De pequeña, la venezolana Mari Montes prefería echar a andar una “pelotica e’ goma”. Era inevitable, en sus venas corría una fiebre que la acompañaba en el desayuno, el almuerzo y la cena: el béisbol: “Me fascinaba ver a mi papá disfrutando de las primeras transmisiones satelitales de las Grandes Ligas. Me parecía comiquísimo que, de repente, él se paraba y cantaba un out o un quieto y gozaba. Me quedaba con él y me fui apasionando”, así define esta vigorosa periodista la cercanía con una disciplina que aplaude hasta hacer enrojecer sus palmas.









El furor infantil activado desde la “Gran Carpa” lo canaliza llenando álbumes de barajitas, coleccionando objetos y recabando información que, entre jonrones, strikes y bases robadas, ha prodigado sobradas alegrías a los hogares vernáculos: “La emoción que produce un encuentro es tan profunda que da como para hacer una cuenta de ahorros, porque dura días”, afirma.
Más que una euforia, Montes ha hecho del bate su destino, muy a pesar del qué dirán y del ambiente machista predominante en sus contornos: “Creo que el fanático está por encima de los convencionalismos. Afortunadamente, llevo 12 años hablando de béisbol”, cuenta. Tan respetada es que ha sido la primera y única mujer del Caribe en tomar los micrófonos del Estadio Universitario de la Universidad Central de Venezuela, para ser, durante ocho temporadas, la voz oficial de los Leones del Caracas: “Es un trabajo gratísimo que te permite aprender mucho. No puedes pestañear porque en ese momento el jugador que estaba en segunda fue puesto out y eso hay que informarlo”. El oficio encarado, sin cobrar ni un centavo durante el primer año, le permitió hacer realidad muchas ilusiones: “Cualquiera sueña con decir ‘Al bate Bob Abreu o Carlos Hernández. Entra como corredor emergente Roger Cedeño. Ese hit fue el primero del novato Franklin Gutiérrez’. Es muy bonito cuando sabes que está debutando un muchachito como profesional”.
Ya separada de esta inolvidable experiencia, dadas sus múltiples ocupaciones ligadas al circuito Unión Radio y como madre de dos niños -quienes democráticamente ligan la suerte pero de Los Tiburones de la Guaira-, Mari Montes tuvo el placer de presenciar in situ históricos momentos de esta disciplina, como el reciente homenaje brindado al Rey David Concepción, cuando fue retirado el número que portó durante su paso por los Rojos de Cincinnati: “Ese fin de semana pude estrechar la mano de los jugadores de la Maquinaria Roja, quienes son los responsables de que a papá y a mí nos guste tanto el béisbol”, recuerda.
Sin grandes vanidades, señala que también estuvo junto al “Gato” Andrés Galárraga cuando conectó su primer jonrón, tras ganarle la batalla al cáncer, así como en el día del histórico no hit, no run de Urbano Lugo (hijo), momento que consideró determinante para cualquier apasionado de su equipo consentido.
Decidida a no abandonarlo jamás, amanece hablando del pasatiempo favorito que entona las gargantas venezolanas y de las hazañas de nuestros peloteros a través de los micrófonos de Unión Radio Deportes, al liderar el espacio “Por encima del promedio”. Luego, desde Onda, la Superestación, y acompañada a ratos por el magallanero Kico Bautista, baila al ritmo del béisbol, pero esta vez con dosis de política en “Contigo o sin ti”: “Del béisbol agarro la gasolina para que no me depriman el resto de las informaciones que debo notificar. Es un bálsamo para amortiguar la realidad”, reconoce. Por si fuera poco, este sabido goce lo convierte en letras en su columna semanal “Por la Goma” publicada por el diario “El Universal”, trabajo que ha bastado para recopilar en dos libros algunas de sus audacias y publicarlas consecutivamente durante el 2004 y 2005. Ubicada “por encima del promedio”, Mari Montes ha demostrado que las mujeres también se apasionan por el deporte rey del Caribe: “He disfrutado mucho mis años laborales”, culmina.



Fuente: Cosmo Guayana




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