sábado, abril 30, 2011

Fernando Casa, Un venezolano en Bollywood

Un venezolano ha conseguido penetrar en la industria de cine más poderosa del mundo: Bollywood, la misma que deja a Hollywood como una niña pobre. Un mundo de amor y danza que engancha a miles de millones de personas del otro lado del planeta. Se llama Fernando Casas y se especializa en meterse en todas las salas posibles del show business. También es un sobreviviente de sí mismo: un día supo que tendría una segunda oportunidad y ahora se la devora con pasión. Esta es su historia





El Nacional Todo en Domingo - Domingo 11 de Julio de 2010
 Helen López Vásquez circulosdefuego@gmail.com Madrid / España ­
Fotografías Julio Lozano





Bollywood con acento venezolano

A Fernando Casas Granadino la palabra "cosmopolita" le viene bien. Creció en Caracas, estudió en Nueva York y París. Un día se asentó en Madrid y ahora uno de sus trabajos es producir festivales de flamenco en La India. Es el primer latinoamericano que consigue hacerse con la producción ejecutiva de una película de Bollywood (palabra producto de la fusión entre Bombay y Hollywood) o Indie Cinema como se le conoce dentro de La India a la industria cinematográfica (bastante blindada para extranjeros) que más ingresos genera en el mundo. La misma en la que Occidente fijara sus ojos luego de que el "oscarizado" filme británico Slumdog Millonaire la recreara dentro de su trama.

Running with the bulls es el título de la primera película de este conglomerado que se rueda en España y que ha tenido a Casas como el encargado de la búsqueda de financiamiento en este país. Una producción en formato "road movie" que sigue el argumento clásico de las de su tipo: el amor de pareja aderezado con escenas de canto y baile con una vuelta de tuerca, es decir, algunos "clásicos" de la cultura ibérica como telón de fondo. Es así como tres amigos de la India se juntan para vivir la Tomatina de Bunyol, el encierro de los San Fermines de Pamplona y pasear por Barcelona, Mallorca y Andalucía. Una producción con un presupuesto que ronda los 12 millones de euros, que tendrá como protagonistas a un cuarteto de las estrellas más taquilleras de ese lado del mundo: Hrithik Roshan, calificado como el equivalente en Asia de Sylvester Stallone (por su musculatura) de Brad Pitt (por su atractivo) y de Michael Jackson (por sus habilidades en el canto y el baile). Un nombre que junto a Farhan Akhtar, Abhay Deol y Katrina Kaif le garantizan sólo en La India 80 millones de espectadores en 12 semanas de proyección. Sin contar con el público que se sume en el viaje obligado que hacen estas películas por Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, los países árabes e incluso Latinoamérica, por lo que el alcance real se pierde de vista.


Soy un privilegiado porque pue do decir que me gano la vida en lo que me apasiona


Caracas en La India.


Casas habla con la experiencia que le ha dado una veintena de viajes al segundo país más poblado del mundo. El primero duró seis semanas, hace cuatro años.



Entonces el interés turístico se transformó en fascinación, luego en la promesa de volver y hoy en un compromiso: "No fui, como la mayoría de los occidentales, por una motivación espiritual sino para el cumpleaños de uno de mis amigos con el que estudié en Nueva York, quien había estado en Venezuela y me advirtió que en La India me sentiría como en casa.



Así fue: gente amable, cariñosa, con la cual se entablan vínculos de amistad muy fuertes y rápidos". El vínculo no quedó allí.



"Luego fui por mi trabajo de promotor musical (llevé al grupo venezolano Bacalao Men y al músico de Sierra Leona Seidy de gira por Asia en 2008). Y ya que a través de mi sello disquero, Sonyfolfk, he contribuido al rescate de obras de flamenco, la embajada de España en La India sugirió mi nombre para producir un festival en cuatro ciudades y convertir a Jodhpur en la capital flamenca del país. Mi intención es que sea un acontecimiento anual y crear una escuela". Fue así como un venezolano consiguió llevar el flamenco a su punto de partida y a la estrella gitana "Farruquito" al lugar de donde salieron sus genes hace casi 600 años: "Él estaba impresionado de lo parecido que era a los indios y, especialmente, de las similitudes entre sus músicas". Casas ha descubierto en ese lugar del planeta, virtudes que lo llevan a regresar. "Lo que me hace volver a La India es descubrir un país tan plural, en el que conviven musulmanes, budistas, hinduistas, sijistas, con barreras idiomáticas tan importantes y al mismo tiempo (aunque no siempre) un ejemplo de tolerancia para el mundo occidental".



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Si bien plantearse ciudades exóticas es parte del trabajo de Casas, Caracas no se excluye de su periplo: "Yo me siento venezolano, allí están mi padres a quienes les debo el amor por las artes. Desde siempre he apreciado la música, el teatro, la danza (recuerdo que estando en el colegio participé con un grupo de teatro en Jesucristo Superstar) y supongo que eso me hace ideal para este trabajo". También sus estudios: Arte Dramático y Literatura Comparada en la Universidad de Columbia. La vida misma lo ayudó a tejer su actual trayectoria. Con 26 años, dos de sus amigos de la adolescencia, el escritor y showman Boris Izaguirre y la cantante Edith Salazar, le presentaron en Madrid a una de las estrellas más internacionales de España, Miguel Bosé, en uno de sus mejores momentos: el lanzamiento del disco Los chicos no lloran. La manera de entender el mundo de Casas, sus cuatro idiomas, lo mundano y un "nosé-qué" que le inspira confianza a los demás, lo convirtieron en el tour manager del español para Latinoamérica. "Esa fue mi maestría: dos años por el continente con un artista de la talla de Bosé. Recuerdo especialmente el día que llenó el zócalo de Ciudad de México con más de 50.000 personas".




Otro master: su trabajo como productor internacional de Simón Díaz: "Conocí a Bettsimar, su hija, en Caracas. Nos caíamos bien y convenimos una gira porque si bien su música era muy conocida, él no lo era tanto fuera de Venezuela (era de los pocos artistas por los que gente como Joan Manuel Serrat iban a Venezuela a verlo cantar). Se consiguieron cosas maravillosas como que actuara en el Carnegie Hall, que el canal A&E Mundo le dedicara un documental y el cierre con broche de oro del Grammy Honorífico.

No dejo de sentir que con Simón Díaz me faltaron al menos 20 años más de trabajo".

Casas se centra en su trabajo y lo agradece. "Soy un privilegiado porque puedo decir que me gano la vida en lo que me apasiona". Entre sus oficios de productor del Festival de Jazz de Madrid, de llevar al Auditorio Nacional a las grandes estrellas de la música india este mes o de fortalecer su nueva empresa Creactiva Producciones, hay otra ocupación ad honorem en la que también se ocupa permanentemente: Alcohólicos Anónimos. "Desarrollé una enfermedad compleja, que poca gente entiende y que es un gravísimo problema social. Yo, afortunadamente, en gran parte al apoyo de mi familia y amigos, y la invaluable ayuda del psiquiatra venezolano Omar Oramas, pude superarla y creo que contando mi experiencia abiertamente pongo un granito de arena en la conciencia de la gente". Es por eso que sus celebraciones se bañan con infusiones y té. El estreno de Running with the bulls tendrá un brindis caliente.
 
 
Fuente: Revista Todo en Domingo

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